19/06/2015, 16:24
Kunie rió ante la resultona contestación del pelirrojo. Parecía que la conversación se iba a alargar, quizás hasta que Kisho-sensei volviese, de modo que la chica tomó asiento en uno de los escalones y cruzó ambos brazos sobre sus rodillas para adoptar una postura más cómoda. Yoshimitsu por su parte, parecía empeñado en impresionarla, cosa que divertía mucho a la Asahina.
- ¡Vaya! Además de shinobi, ¿eres artista? - preguntó, verdaderamente intrigada.- ¿Cuál es tu especialidad?
Hasta la fecha, Kunie nunca había conocido a un ninja-artista. Ni a un ninja-cocinero, ninja-pastelero, ninja-carnicero, ninja-arquitecto... A decir verdad, jamás había conocido a un ninja-algo. La profesión no daba mucha libertad para desarrollar otras aptitudes que no estuvieran relacionadas directa, o indirectamente, con matar, destruir, torturar, espiar, chantajear, demoler, embaucar, sobornar, engañar, y muchos otros verbos de mala reputación entre la gente decente, que también terminaban en -ar. ¿Estaba ante el primer ninja-otra cosa de la historia? Tenía que saberlo.
Su curiosidad acerca de aquel muchacho con un nombre y apellido que rimaban tan bien no hizo sino aumentar cuando éste le confesó que estaba allí para llevar a cabo un entrenamiento especial. Algo acerca de explosiones. Kunie cambió ligeramente el gesto.
"¿Explosiones? ¿Aquí? No puede ser tan literal como suena..."
- Parece que eres una caja de sorpresas, Yoshimitsu-kun. - sonrió con picardía al tiempo que le halagaba.- Estaría encantada de ver esas habilidades de las que me hablas.
- ¡Vaya! Además de shinobi, ¿eres artista? - preguntó, verdaderamente intrigada.- ¿Cuál es tu especialidad?
Hasta la fecha, Kunie nunca había conocido a un ninja-artista. Ni a un ninja-cocinero, ninja-pastelero, ninja-carnicero, ninja-arquitecto... A decir verdad, jamás había conocido a un ninja-algo. La profesión no daba mucha libertad para desarrollar otras aptitudes que no estuvieran relacionadas directa, o indirectamente, con matar, destruir, torturar, espiar, chantajear, demoler, embaucar, sobornar, engañar, y muchos otros verbos de mala reputación entre la gente decente, que también terminaban en -ar. ¿Estaba ante el primer ninja-otra cosa de la historia? Tenía que saberlo.
Su curiosidad acerca de aquel muchacho con un nombre y apellido que rimaban tan bien no hizo sino aumentar cuando éste le confesó que estaba allí para llevar a cabo un entrenamiento especial. Algo acerca de explosiones. Kunie cambió ligeramente el gesto.
"¿Explosiones? ¿Aquí? No puede ser tan literal como suena..."
- Parece que eres una caja de sorpresas, Yoshimitsu-kun. - sonrió con picardía al tiempo que le halagaba.- Estaría encantada de ver esas habilidades de las que me hablas.