26/04/2017, 17:21
≫¡Mucho gusto, Izumi! ✿ la chica parecía más animada ahora, por suerte las palabras de la pelirosa habían actuado de la forma que pretendía. No se consideraba especialmente buena dando ánimos, de hecho era bastante inusual que se preocupase por apoyar a alguien.
Taeko volvió a garabatear sobre su cuadernillo, para después volver a enseñárselo a la joven
≫Sanshō'uo. ¿Es así?
—Así es— corroboró Izumi asintiendo con la cabeza —La salamandra es el símbolo de mi familia— apuntó la kunoichi —Por cierto, tienes una caligrafía preciosa... que envidia— dicen que las comparaciones son odiosas, pero aquella resultaba humillante. Su letra era un horror del averno más profundo al lado de aquellos suaves y pulcros trazos.
≫Muchas gracias por tus consejos, Izumi. ¡Tienes razón! Aunque en mi caso necesitaré muchos errores... Si no es indiscreción, ¿cuánto tiempo te costó ser una buena espadachina?
—¿Cuánto tiempo me costó ser una buena espachina?— no pudo evitar la incredulidad —Díganos que aún estoy en ello, se necesitan décadas de práctica para llegar a considerarse buena en este arte— respondió con una suave sonrisa —Sí a lo que te refieres es al tiempo que llevo practicando...— se paró un instante a pensarlo bien —Pues creo que son ya casi seis años, empecé en torno a los ocho años— lo que empezó como un capricho se había convertido casi en un estilo de vida para desgracia de su abuela —¿Y tú acabas de empezar? ¿Verad?— devolvió la pregunta
Taeko volvió a garabatear sobre su cuadernillo, para después volver a enseñárselo a la joven
≫Sanshō'uo. ¿Es así?
—Así es— corroboró Izumi asintiendo con la cabeza —La salamandra es el símbolo de mi familia— apuntó la kunoichi —Por cierto, tienes una caligrafía preciosa... que envidia— dicen que las comparaciones son odiosas, pero aquella resultaba humillante. Su letra era un horror del averno más profundo al lado de aquellos suaves y pulcros trazos.
≫Muchas gracias por tus consejos, Izumi. ¡Tienes razón! Aunque en mi caso necesitaré muchos errores... Si no es indiscreción, ¿cuánto tiempo te costó ser una buena espadachina?
—¿Cuánto tiempo me costó ser una buena espachina?— no pudo evitar la incredulidad —Díganos que aún estoy en ello, se necesitan décadas de práctica para llegar a considerarse buena en este arte— respondió con una suave sonrisa —Sí a lo que te refieres es al tiempo que llevo practicando...— se paró un instante a pensarlo bien —Pues creo que son ya casi seis años, empecé en torno a los ocho años— lo que empezó como un capricho se había convertido casi en un estilo de vida para desgracia de su abuela —¿Y tú acabas de empezar? ¿Verad?— devolvió la pregunta