19/06/2015, 21:52
Las tres figuras ni siquiera se movieron, la chica se detuvo de golpe cuando un relámpago rompía el cielo de nuevo iluminándolo todo.
"No tienen sombrao..." la chica dudó un instante, lo suficiente como para recibir el impacto de un kunai en la parte superior de su hombro izquierdo —Aghhh— Tomoe reprimió el dolor mientras se llevaba inconscientemente la mano al lugar de impacto y alzaba la mirada hacia arriba, allí encontró el lugar de procedencia del kunai
"Así que el muy bastardo ha estado ahí arriba en todo momento... y los otros tres no eran más que un señuelo que me he tragado" la chica apretó su puño alrededor del kunai y se lo retiró de un fuerte tirón, no estaba muy profundo, pero el dolor fue bastante agudo a pesar de todo. La Uchiha se mordió el labio para aguantar cualquier quejido mientras seguía sin apartar la mirada de su oponente que comenzó a caer "Así que pretendes acabar conmigo aquí y ahora..." la chica esbozó una sonrisa cuando de nuevo un relámpago lo iluminó todo. Pero esta vez fue ella la que utilizando el kunai y parte de su chakra aprovechó toda aquella luz para cegar a su oponente con un brillo dirigido directamente hacia sus grises ojos —¡No me subestimes!— gritó con furia mientras cargaba el brazo izquierdo y lanzaba un pegote de barro que había cogido anteriormente, cuando se agachó para ajustarse sus tabi. El lanzamiento fue perfecto, directo al rostro de un oponente segado y en caída libre. La Uchiha soltó el kunai y espero un instante, a tener el brazo de su oponente a mano. Agarrándolo desde la muñeca del brazo que empuñaba el kunai, la chica utilizó la fuerza de la caída para estamparlo contra el suelo con todas sus fuerzas. Sin embargo, la chica apenas tuvo tiempo de disfrutar aquel golpe pues notó como el suelo crujía y comenzaba a hundirse bajo sus pies "Mierda... ¡¿Qué diablos...?!" pensó mientras, tanto ella como su oponente, eran tragados por la tierra sumergiéndose en una larga caída envueltos de oscuridad "Mierda, mierda..." la chica verdaderamente se estaba preocupando, aquel hueco parecía ser impresionantemente profundo. Trató de tentar con sus manos la oscuridad mientras caía, con la esperanza de encontrar algo a lo que aferrarse, al principio no logró encontrar nada pero de repetne notó con la punta de sus dedos una pared, de piedra y totalmente húmeda. Intentó agarrarse a ella usando su chakra, pero era demasiado resbaladiza para lograr adherirse a ella "Se acabó" fue lo último que pensó la chica, todo había llegado al final. Moriría estampada contra el suelo, una muerte verdaderamente triste y sin ningún motivo... que ironía... casi como su vida.
Sin embargo, ambos shinobis estaban de suerte pues en lugar de un frío suelo encontraron agua. Aún más fría que el suelo, pero por suerte lo suficientemente profunda como para amortiguar aquella caída. La pelinegra se hundió casi hasta tocar el fondo, casi sintió alivio si no fuese por que ahora no podía respirar y aquella capa no le permitía moverse. Así que lo primero que hizo fue desabrochar su vieja capa y nadar hacia arriba a toda velocidad. Cuanto más nadaba, más sentía que aquello no tenía fin, que terminaría muriendo antes de llegar a la superficie. La chica nadaba cada vez más desesperada, hasta que por fin sintió de nuevo el aire en su rostro y pudo llenar sus pulmones.
—Ah... ah...— jadeó la Uchiha tratando de recuperar el aliento, mientras escrudiñaba la oscuridad tratando de vislumbrar a su oponente que parecía que aún no había salido ha la superficie, pues solo escuchaba el eco de su respiración y el murmullo de las aguas bajando aquellas angostas paredes que ahora la mantenían prisionera
"En buena me he metido" pensaba la chica mientras el dolor comenzaba a volver a hacerse presenta, pues con la emoción de la caída casi había olvidado la herida que latía de nuevo en su hombro izquierda "Será cabrón..." maldijo la chica a su oponente
"No tienen sombrao..." la chica dudó un instante, lo suficiente como para recibir el impacto de un kunai en la parte superior de su hombro izquierdo —Aghhh— Tomoe reprimió el dolor mientras se llevaba inconscientemente la mano al lugar de impacto y alzaba la mirada hacia arriba, allí encontró el lugar de procedencia del kunai
"Así que el muy bastardo ha estado ahí arriba en todo momento... y los otros tres no eran más que un señuelo que me he tragado" la chica apretó su puño alrededor del kunai y se lo retiró de un fuerte tirón, no estaba muy profundo, pero el dolor fue bastante agudo a pesar de todo. La Uchiha se mordió el labio para aguantar cualquier quejido mientras seguía sin apartar la mirada de su oponente que comenzó a caer "Así que pretendes acabar conmigo aquí y ahora..." la chica esbozó una sonrisa cuando de nuevo un relámpago lo iluminó todo. Pero esta vez fue ella la que utilizando el kunai y parte de su chakra aprovechó toda aquella luz para cegar a su oponente con un brillo dirigido directamente hacia sus grises ojos —¡No me subestimes!— gritó con furia mientras cargaba el brazo izquierdo y lanzaba un pegote de barro que había cogido anteriormente, cuando se agachó para ajustarse sus tabi. El lanzamiento fue perfecto, directo al rostro de un oponente segado y en caída libre. La Uchiha soltó el kunai y espero un instante, a tener el brazo de su oponente a mano. Agarrándolo desde la muñeca del brazo que empuñaba el kunai, la chica utilizó la fuerza de la caída para estamparlo contra el suelo con todas sus fuerzas. Sin embargo, la chica apenas tuvo tiempo de disfrutar aquel golpe pues notó como el suelo crujía y comenzaba a hundirse bajo sus pies "Mierda... ¡¿Qué diablos...?!" pensó mientras, tanto ella como su oponente, eran tragados por la tierra sumergiéndose en una larga caída envueltos de oscuridad "Mierda, mierda..." la chica verdaderamente se estaba preocupando, aquel hueco parecía ser impresionantemente profundo. Trató de tentar con sus manos la oscuridad mientras caía, con la esperanza de encontrar algo a lo que aferrarse, al principio no logró encontrar nada pero de repetne notó con la punta de sus dedos una pared, de piedra y totalmente húmeda. Intentó agarrarse a ella usando su chakra, pero era demasiado resbaladiza para lograr adherirse a ella "Se acabó" fue lo último que pensó la chica, todo había llegado al final. Moriría estampada contra el suelo, una muerte verdaderamente triste y sin ningún motivo... que ironía... casi como su vida.
Sin embargo, ambos shinobis estaban de suerte pues en lugar de un frío suelo encontraron agua. Aún más fría que el suelo, pero por suerte lo suficientemente profunda como para amortiguar aquella caída. La pelinegra se hundió casi hasta tocar el fondo, casi sintió alivio si no fuese por que ahora no podía respirar y aquella capa no le permitía moverse. Así que lo primero que hizo fue desabrochar su vieja capa y nadar hacia arriba a toda velocidad. Cuanto más nadaba, más sentía que aquello no tenía fin, que terminaría muriendo antes de llegar a la superficie. La chica nadaba cada vez más desesperada, hasta que por fin sintió de nuevo el aire en su rostro y pudo llenar sus pulmones.
—Ah... ah...— jadeó la Uchiha tratando de recuperar el aliento, mientras escrudiñaba la oscuridad tratando de vislumbrar a su oponente que parecía que aún no había salido ha la superficie, pues solo escuchaba el eco de su respiración y el murmullo de las aguas bajando aquellas angostas paredes que ahora la mantenían prisionera
"En buena me he metido" pensaba la chica mientras el dolor comenzaba a volver a hacerse presenta, pues con la emoción de la caída casi había olvidado la herida que latía de nuevo en su hombro izquierda "Será cabrón..." maldijo la chica a su oponente