21/06/2015, 13:19
La kunoichi nadó hacia su derecha, entre las penumbras creía vislumbrar algo parecido a una pequeña orilla a la que no tardó demasiado en llegar. Lo más dificil fue salir del agua, pues antes de llegar a terreno firme había una capa arenosa bastante farragosa.
Una vez en terreno seguro, la chica procedió a palpar la zona de la herida. Introdución uno de sus dedos en ella para comprobar la profundidad. Tomoe aguantó cuanto pudo el dolor, pero no pudo evitar dejar escapar un par de gemidos reprimidos antes de comprobar que la herida no era muy profunda. Sin embargo el lugar era el idóneo para sufrir, pues cualquier movimiento del brazo izquierdo hacia que los músculos sobre la clavícula se moviesen y eso incrementaba mucho el dolor.
"No es muy profunda... pero será mejor que la vende con algo..." la chica apoyo la espalda contra la fría y húmedad pared de aquella caverna. Agarró con fuerza su camiseta y la rompió con cuidado, recortandola por la parte baja hasta sacar una tira lo suficientemente amplia como para hacer un primitivo vendaje. No ayudaría mucho, pero al menos evitaría que la herida estuviese al descubierto "Así esta mejor..."
Una vez ya más tranquila, la chica dejó que su cabeza se apoyase en la pared, dejando que su mirada se perdiese en la tenue luz que se abría paso através de la bóveda "Ahora tengo que averiguar como salir de aquí..."
Sin embargo, todavía no podría concentrarse en salir, pues el eco del lugar trajó consigo un murmullo de una voz que le era familiar
"Parece que sigue vivo..." la chica volvió la mirada hacia las sombras, tratando de vislumbrar al menos la silueta de su oponente entre tinieblas pero no vió nada. Así que, en contra de toda lógica, decidió tratar de comunicarse con el que había sido su adversario pues se sentía bastante más segura ahora que sabía que ni siquiera su sharingan era capaz de ver através de aquellas sombras
—¿Sigues vivo?— preguntó elevando la voz para que el de uzushiogakure pudiese oírla claramente
Una vez en terreno seguro, la chica procedió a palpar la zona de la herida. Introdución uno de sus dedos en ella para comprobar la profundidad. Tomoe aguantó cuanto pudo el dolor, pero no pudo evitar dejar escapar un par de gemidos reprimidos antes de comprobar que la herida no era muy profunda. Sin embargo el lugar era el idóneo para sufrir, pues cualquier movimiento del brazo izquierdo hacia que los músculos sobre la clavícula se moviesen y eso incrementaba mucho el dolor.
"No es muy profunda... pero será mejor que la vende con algo..." la chica apoyo la espalda contra la fría y húmedad pared de aquella caverna. Agarró con fuerza su camiseta y la rompió con cuidado, recortandola por la parte baja hasta sacar una tira lo suficientemente amplia como para hacer un primitivo vendaje. No ayudaría mucho, pero al menos evitaría que la herida estuviese al descubierto "Así esta mejor..."
Una vez ya más tranquila, la chica dejó que su cabeza se apoyase en la pared, dejando que su mirada se perdiese en la tenue luz que se abría paso através de la bóveda "Ahora tengo que averiguar como salir de aquí..."
Sin embargo, todavía no podría concentrarse en salir, pues el eco del lugar trajó consigo un murmullo de una voz que le era familiar
"Parece que sigue vivo..." la chica volvió la mirada hacia las sombras, tratando de vislumbrar al menos la silueta de su oponente entre tinieblas pero no vió nada. Así que, en contra de toda lógica, decidió tratar de comunicarse con el que había sido su adversario pues se sentía bastante más segura ahora que sabía que ni siquiera su sharingan era capaz de ver através de aquellas sombras
—¿Sigues vivo?— preguntó elevando la voz para que el de uzushiogakure pudiese oírla claramente