21/06/2015, 18:25
Luego de esperar por unos instantes, la chica respondió con lo que parecía ser su habitual aptitud.
—Jejeje vale… —respondió a su primera afirmación—.
—En realidad fue un porrazo bastante fuerte, hasta pensé que moriría. Pero aunque que necesitare usar bastón por un tiempo, creo que estaré bien —contesto a la chica.
Por un momento el Ishimura se detuvo a reflexionar sobre lo que estaba pasando, pero no tuvo que pensarlo mucho para darse cuenta de que estaban en una situación bastante delicada. No sabían en donde estaban, ni que tan profundo habían caído, ni siquiera tenían luz alguna y además todo estaba húmedo y resbaloso. Las cosas no pintaban nada bien para el dúo.
Entre más se iba calmando su mente, más claro se le hacia el peligro que corrían ambos.
Aquel sitio era como una tumba, y no solo por que fuera tan oscura como lo debía ser un sepulcro. También era por el hecho de que por estar hay había un riesgo inherente. Lo primero era que no sabían si el techo sobre sus cabezas podía seguir derrumbándose y enterrarles vivos. Por otro lado también estaba la cuestión de que la caverna podría inundarse y ahogarlos.
Lo principal era buscar posible salida, pero largarse por donde llegaron parecía imposible, y sin claridad alguna, podrían pasar horas caminando en círculos, ya que ni siquiera podían saber el tamaño de aquella cueva.
—Demonios, tengo con que hacer una antorcha pero mis fósforos están mojados —Mascullo para sí mismo—. Si tan solo supiera algo de katon.
—Jejeje vale… —respondió a su primera afirmación—.
—En realidad fue un porrazo bastante fuerte, hasta pensé que moriría. Pero aunque que necesitare usar bastón por un tiempo, creo que estaré bien —contesto a la chica.
Por un momento el Ishimura se detuvo a reflexionar sobre lo que estaba pasando, pero no tuvo que pensarlo mucho para darse cuenta de que estaban en una situación bastante delicada. No sabían en donde estaban, ni que tan profundo habían caído, ni siquiera tenían luz alguna y además todo estaba húmedo y resbaloso. Las cosas no pintaban nada bien para el dúo.
Entre más se iba calmando su mente, más claro se le hacia el peligro que corrían ambos.
Aquel sitio era como una tumba, y no solo por que fuera tan oscura como lo debía ser un sepulcro. También era por el hecho de que por estar hay había un riesgo inherente. Lo primero era que no sabían si el techo sobre sus cabezas podía seguir derrumbándose y enterrarles vivos. Por otro lado también estaba la cuestión de que la caverna podría inundarse y ahogarlos.
Lo principal era buscar posible salida, pero largarse por donde llegaron parecía imposible, y sin claridad alguna, podrían pasar horas caminando en círculos, ya que ni siquiera podían saber el tamaño de aquella cueva.
—Demonios, tengo con que hacer una antorcha pero mis fósforos están mojados —Mascullo para sí mismo—. Si tan solo supiera algo de katon.