2/05/2017, 14:15
(Última modificación: 11/05/2017, 22:49 por Uzumaki Eri.)
Hacia tan solo unos pocos días que había conocido a mi equipo ninja y que habíamos hecho aquella peculiar prueba a petición de Sora-sensei. Ahora me sentía como un gennin como tal, ya tenía lo que todo debutante podía tener y ahora solo quedaba trabajar cada vez con más frecuencia ir mejorando e ir volviéndome cada día un poco más poderoso.
El trabajo llegó ya que tenía una notificación de Sora. Debía ir a citarme con ella delante de mismísimo edificio del Morikage, rogando una buena puntualidad, la misma que no tuvo ella el día que nos conocimos y formamos nuestro equipo.
— ¿Una misión?
— No lo sé... Igual solo quiere entrenar. Es un poco rara, ¿Sabes?
— ¡No hables así de tu sensei! Y ahora apresúrate y no la hagas esperar
— Ya va, ya va..
En efecto, mi madre también era algo impulsiva.
Antes de salir cogí mis cosas y me anudé mi bandana en la frente, donde siempre solía llevarla. Poco después tomé la puerta y salí a la calle, colocándome las manos en los bolsillos y dirigiéndome al punto de encuentro. Durante unos 15 minutos fui cruzando varias calles y algunos niños se emocionaban al verme con la bandana. Ser ninja era el sueño de cada niño o niña, aunque era algo complicado de conseguir que no estaba al alcance de todos.
finalmente llegué allí. Estaba en frente de aquel dojo imponente pero ni rastro de Sora. Así que tocaba esperar hasta que decidiese llegar...
— Tarde otra vez...
El trabajo llegó ya que tenía una notificación de Sora. Debía ir a citarme con ella delante de mismísimo edificio del Morikage, rogando una buena puntualidad, la misma que no tuvo ella el día que nos conocimos y formamos nuestro equipo.
— ¿Una misión?
— No lo sé... Igual solo quiere entrenar. Es un poco rara, ¿Sabes?
— ¡No hables así de tu sensei! Y ahora apresúrate y no la hagas esperar
— Ya va, ya va..
En efecto, mi madre también era algo impulsiva.
Antes de salir cogí mis cosas y me anudé mi bandana en la frente, donde siempre solía llevarla. Poco después tomé la puerta y salí a la calle, colocándome las manos en los bolsillos y dirigiéndome al punto de encuentro. Durante unos 15 minutos fui cruzando varias calles y algunos niños se emocionaban al verme con la bandana. Ser ninja era el sueño de cada niño o niña, aunque era algo complicado de conseguir que no estaba al alcance de todos.
finalmente llegué allí. Estaba en frente de aquel dojo imponente pero ni rastro de Sora. Así que tocaba esperar hasta que decidiese llegar...
— Tarde otra vez...
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa