9/05/2017, 04:11
La expectativa era realmente incierta, el frío y la fuerte velocidad con la que iba el agua pudieron hacer mella en la valentía del genin, sí estaba asustado y sobre todo porque no podía ver lo que iba a ocurrir, su sentido de la vista se había vuelto inservible, debía valerse de los otros, los cuales no estaba acostumbrado a utilizar sin este quinto.
A pesar de mis mensajes a la kunoichi, ninguno fue respondido ¿acaso no estaba ella conmigo? Otro motivo más que agrietaba más mi escasa voluntad. Estuve varios minutos pensando que estaba solo, sin embargo, pude distinguir un sonido diferente al del agua ¿qué sería eso? Pero mi miedo se hizo saber, aún más, cuando sentí algo halar mi cabellera. —aaAAaaAaHh— Un gritó de temor escapo de mis labios, una emisión siquiera continua con el mismo tono, sino que parecía subir de intensidad y bajar como una montaña rusa, pero solo duraría 3 segundos, porque sí no se había ahogado con el agua, ahora se ahogaría por el estrangulamiento, la presión que ejercía la ropa en su cuello; llevé mis manos a mi cuello para tratar de liberar un poco la presión, más ese momento nunca llegó, lo que hizo presencia fue la caída.
Mientras descendíamos sentí como podía volver a respirar, un poco mejor que antes, tome una buena bocanada de aire, en la cual se coló agua. —Coff coff— Tosí como reflejo; me sentía mejor, recuperé la visión y me vi de cabeza al pozo, que sin saber si era profundo o no, nos recibiría a ambos. Y me sorprendí aún más cuando me vi rodeado por los brazos de Aiko.
Su cuerpo y el mío se unieron bastante, pude sentir su calor y algo más… No obstante, fue tan efímero que nos vimos envueltos nuevamente en agua en cuestión de segundos; nos hundimos no sé cuántos metros en el pozo.
Lejos de golpearse con rocas en el fondo, se podía ver la arena a través del agua cristalina, podrían subir sin ninguna dificultad y la corriente habría desaparecido para estar en un agua calmada.
En el momento en que caímos y al asegurarme de que no corríamos ningún riesgo, me deshice de la prisión que había creado la fémina y nadé, nadé a la superficie con todas mis fuerzas y ansias por sentir la tranquilidad. Al salir mi respiración estaba agitada, tenía taquicardia y me sentí tan frío como un glacial, me fui incorporando en la superficie del agua con ayuda del chakra y me puse en pie sobre esta, tarde un poco más de lo habitual, ya que sentí cierto mareo.
”Aiko!¿Dónde está?” Miré a los alrededores en busca de ella, había sido tan egoísta que por unos segundos había olvidado su presencia, miré a través del agua a donde creí que caímos para ingresar bajo el líquido sí fuese necesario.
A pesar de mis mensajes a la kunoichi, ninguno fue respondido ¿acaso no estaba ella conmigo? Otro motivo más que agrietaba más mi escasa voluntad. Estuve varios minutos pensando que estaba solo, sin embargo, pude distinguir un sonido diferente al del agua ¿qué sería eso? Pero mi miedo se hizo saber, aún más, cuando sentí algo halar mi cabellera. —aaAAaaAaHh— Un gritó de temor escapo de mis labios, una emisión siquiera continua con el mismo tono, sino que parecía subir de intensidad y bajar como una montaña rusa, pero solo duraría 3 segundos, porque sí no se había ahogado con el agua, ahora se ahogaría por el estrangulamiento, la presión que ejercía la ropa en su cuello; llevé mis manos a mi cuello para tratar de liberar un poco la presión, más ese momento nunca llegó, lo que hizo presencia fue la caída.
Mientras descendíamos sentí como podía volver a respirar, un poco mejor que antes, tome una buena bocanada de aire, en la cual se coló agua. —Coff coff— Tosí como reflejo; me sentía mejor, recuperé la visión y me vi de cabeza al pozo, que sin saber si era profundo o no, nos recibiría a ambos. Y me sorprendí aún más cuando me vi rodeado por los brazos de Aiko.
Su cuerpo y el mío se unieron bastante, pude sentir su calor y algo más… No obstante, fue tan efímero que nos vimos envueltos nuevamente en agua en cuestión de segundos; nos hundimos no sé cuántos metros en el pozo.
Lejos de golpearse con rocas en el fondo, se podía ver la arena a través del agua cristalina, podrían subir sin ninguna dificultad y la corriente habría desaparecido para estar en un agua calmada.
En el momento en que caímos y al asegurarme de que no corríamos ningún riesgo, me deshice de la prisión que había creado la fémina y nadé, nadé a la superficie con todas mis fuerzas y ansias por sentir la tranquilidad. Al salir mi respiración estaba agitada, tenía taquicardia y me sentí tan frío como un glacial, me fui incorporando en la superficie del agua con ayuda del chakra y me puse en pie sobre esta, tarde un poco más de lo habitual, ya que sentí cierto mareo.
”Aiko!¿Dónde está?” Miré a los alrededores en busca de ella, había sido tan egoísta que por unos segundos había olvidado su presencia, miré a través del agua a donde creí que caímos para ingresar bajo el líquido sí fuese necesario.