10/05/2017, 04:05
No había motivos para que Noemi hablase con aquel supuesto extraño, tampoco para que este siguiese ahí presente pero de todas maneras lo hacía. Aunque claro, ella ignoraba absolutamente todo lo que este pudiera hacer ya que su rostro seguía refugiado entre sus carnosas piernas que no le permitían ver absolutamente nada.
Finalmente, el Uchiha decidió ofrecerse a llevarla a su casa, idea que incluso ebria aun podía rechazar y más le valía que lo hiciera o el tal Datsue terminaría muy mal al menos para el juicio de la Sakamoto.
—No —fue lo único que la chica respondió, tajante y breve para seguir con sus sollozos silenciosos.
De haberle reconocido y estando sobria le habría advertido que nunca jamás se acercase a la residencia Sakamoto y que mucho menos afirme ser un Uchiha o probablemente terminaría mal, pero al no ser el caso simplemente se negó y manteniendo la postura, cayó hacia un lado como si fuese una especie de estatua.
¿Cómo? A saber, pero parecía estar tan ebria que ni siquiera podía mantener el equilibrio sentada, o puede que lo haya hecho a propósito.
Pero si había algo cierto era que el viento comenzaba a soplar y en el cielo se podían apreciar unos nubarrones de tormenta pese a que estuviesen en verano, o puede que justamente por ello haya sido todo tan espontáneo. A saber, la cosa estaba en que la kunoichi no parecía dispuesta a moverse de allí a pesar de que pronto llovería y la temperatura bajaría convirtiéndose todo en un peligro a su salud.
Finalmente, el Uchiha decidió ofrecerse a llevarla a su casa, idea que incluso ebria aun podía rechazar y más le valía que lo hiciera o el tal Datsue terminaría muy mal al menos para el juicio de la Sakamoto.
—No —fue lo único que la chica respondió, tajante y breve para seguir con sus sollozos silenciosos.
De haberle reconocido y estando sobria le habría advertido que nunca jamás se acercase a la residencia Sakamoto y que mucho menos afirme ser un Uchiha o probablemente terminaría mal, pero al no ser el caso simplemente se negó y manteniendo la postura, cayó hacia un lado como si fuese una especie de estatua.
¿Cómo? A saber, pero parecía estar tan ebria que ni siquiera podía mantener el equilibrio sentada, o puede que lo haya hecho a propósito.
Pero si había algo cierto era que el viento comenzaba a soplar y en el cielo se podían apreciar unos nubarrones de tormenta pese a que estuviesen en verano, o puede que justamente por ello haya sido todo tan espontáneo. A saber, la cosa estaba en que la kunoichi no parecía dispuesta a moverse de allí a pesar de que pronto llovería y la temperatura bajaría convirtiéndose todo en un peligro a su salud.