10/05/2017, 22:24
—. Noemi… Entiendo que no quieras ir a casa ahora, pero… ¿Qué piensas hacer sino? ¿Vas a pasar toda la noche fuera? ¿Con la que está cayendo?
Con solo mirarla en pleno berrinche debería de conocer la respuesta a aquella sencilla pregunta. Aunque ella ni siquiera se dignó a responderle y se dejó manipular de todas formas hasta que nuevamente terminó de pie a un lado del contrario, aunque apenas si se mantenía erguida y por si fuera poco seguía abrazada a él lo que en consecuencia obligaba a su busto a aplastarse contra las costillas de Datsue.
Literalmente no estaba dispuesta a hacer mucho más, iba a tirarse la noche entera si así se lo permitían y para ello quiso despegarse del Uchiha, le soltó y dio un paso hacia atrás para tambalearse una vez más y esta vez caerle en la espalda al contrario donde pareció estar ciertamente cómoda.
—No quiero —balbuceó aplastando su rostro en la espalda ajena.
Si a Datsue le preocupaba que hubiese vomitado momentos atrás podía relajarse, la lluvia ya se había encargado de limpiarle todo rastro de vómito, además que ya estaban los dos empapados así que mucho más no lo podía mojar.
—¡No quiero! —Repitió con un tono más fuerte.
Esta vez la kunoichi se aferró con fuerza a la espalda del chico, lo abrazó por la espalda con todas sus fuerzas que a decir verdad no eran muy notorias considerando su pésimo estado aunque probablemente muchos desearían tener a la Sakamoto aplastándole los pechos en la espalda de esa manera.
Con solo mirarla en pleno berrinche debería de conocer la respuesta a aquella sencilla pregunta. Aunque ella ni siquiera se dignó a responderle y se dejó manipular de todas formas hasta que nuevamente terminó de pie a un lado del contrario, aunque apenas si se mantenía erguida y por si fuera poco seguía abrazada a él lo que en consecuencia obligaba a su busto a aplastarse contra las costillas de Datsue.
Literalmente no estaba dispuesta a hacer mucho más, iba a tirarse la noche entera si así se lo permitían y para ello quiso despegarse del Uchiha, le soltó y dio un paso hacia atrás para tambalearse una vez más y esta vez caerle en la espalda al contrario donde pareció estar ciertamente cómoda.
—No quiero —balbuceó aplastando su rostro en la espalda ajena.
Si a Datsue le preocupaba que hubiese vomitado momentos atrás podía relajarse, la lluvia ya se había encargado de limpiarle todo rastro de vómito, además que ya estaban los dos empapados así que mucho más no lo podía mojar.
—¡No quiero! —Repitió con un tono más fuerte.
Esta vez la kunoichi se aferró con fuerza a la espalda del chico, lo abrazó por la espalda con todas sus fuerzas que a decir verdad no eran muy notorias considerando su pésimo estado aunque probablemente muchos desearían tener a la Sakamoto aplastándole los pechos en la espalda de esa manera.