11/05/2017, 13:58
Vale, todos habíamos entrado en un pasajero estado de histeria nada más escuchar aquel rugido que solo presagiaba problemas.
—Dad la vuelta.
La voz de Izumi me hizo volver al mundo real. Sí, quizás era lo más inteligente. Volver sobre nuestros pasos y buscar otro camino. Esta vez me tocaba a mi guiar el grupo. No rechiste ante la petición de Izumi en vistas de que Juro, sin mediar palabra, aceptaba su orden. Así que hice lo propio, me di media vuelta y reanudamos la marcha volviendo hacía atrás y buscando otro camino.
El modus operandi no había cambiado en nada. siempre buscando el mayor sigilo posible y las zonas más cubiertas, todo con el objetivo de evitar que el ninja que nos había atacado antes no lo volviera a hacer. Tenía todos mis sentidos en alarma y siempre en busca de peligros, para así poder evitarlos.
Caminamos durante un buen rato hasta que llegamos a un sitio en el que las cosas iban a cambiar. El bosque se había ¿Acabado? Aquello apestaba a trampa desde mil leguas. La línea de arbustos y arboles había finalizado y ante nosotros teníamos una amplia explanada de hierba, aunque no se llegaba a divisar la salida o quizás yo no era capaz de verla. Hice una señal con la mano a mis compañeros para que viesen a lo que nos enfrentábamos con la intención de que se acercasen un poco.
— Me temo que esto es problemático, camaradas
Ante nuestros ojos, una explanada de hierba enorme. Ni rastro del animal que podría haber realizado el rugido de hace un rato. Ni rastro de supuestos ninjas dispuestos a partirnos la cabeza. Todo excesivamente tranquilo y aunque trataba de detectar trampas colocadas estrategicamente, fui incapaz de divisar ninguna. Pero algo me decía que aquello era, como mínimo, una trampa mortal.
—Dad la vuelta.
La voz de Izumi me hizo volver al mundo real. Sí, quizás era lo más inteligente. Volver sobre nuestros pasos y buscar otro camino. Esta vez me tocaba a mi guiar el grupo. No rechiste ante la petición de Izumi en vistas de que Juro, sin mediar palabra, aceptaba su orden. Así que hice lo propio, me di media vuelta y reanudamos la marcha volviendo hacía atrás y buscando otro camino.
El modus operandi no había cambiado en nada. siempre buscando el mayor sigilo posible y las zonas más cubiertas, todo con el objetivo de evitar que el ninja que nos había atacado antes no lo volviera a hacer. Tenía todos mis sentidos en alarma y siempre en busca de peligros, para así poder evitarlos.
Caminamos durante un buen rato hasta que llegamos a un sitio en el que las cosas iban a cambiar. El bosque se había ¿Acabado? Aquello apestaba a trampa desde mil leguas. La línea de arbustos y arboles había finalizado y ante nosotros teníamos una amplia explanada de hierba, aunque no se llegaba a divisar la salida o quizás yo no era capaz de verla. Hice una señal con la mano a mis compañeros para que viesen a lo que nos enfrentábamos con la intención de que se acercasen un poco.
— Me temo que esto es problemático, camaradas
Ante nuestros ojos, una explanada de hierba enorme. Ni rastro del animal que podría haber realizado el rugido de hace un rato. Ni rastro de supuestos ninjas dispuestos a partirnos la cabeza. Todo excesivamente tranquilo y aunque trataba de detectar trampas colocadas estrategicamente, fui incapaz de divisar ninguna. Pero algo me decía que aquello era, como mínimo, una trampa mortal.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa