12/05/2017, 00:17
~¿¡De dónde mierda salieron!? ~Estaba comenzando a molestarle demasiado que ese dúo resultase ser tan jodidamente formal con cada palabra, incluso se los veía capaces de tirarse un pedo y luego pedir disculpas individuales a todos aquellos que pudieran haberlo oído. Sencillamente ridículo y jodidamente innecesario.
Pero no dijo nada, prefirió hacer rechinar sus dientes mientras caminaba un poco más aunque nada ni nadie se interponía entre ella y la posada en la que se había estado alojando los días anteriores.
—Que ya conozco una posada —respondió de mala gana al de Amegakure.
Que perteneciesen a países distintos y justamente ese pueblo estuviese en el mismo que Amegakure no significaba que la pelirroja fuese una completa estúpida que no sabe nada. Está bien, Ritsuko se había perdido, pero casi podía sentir cómo la trataban como si se hubiese perdido incluso dentro de ese pueblo.
—A ver, solo quiero saber en qué dirección ir para llegar al país del bosque, nada más —insistió porque realmente, era lo único que quería de aquellos dos.
Y de paso cuando estuviesen en kusagakure podría demostrarle a la peli-plateada que ella también es una kunoichi de aquella villa, no podía aceptar que le negasen información por esa sospecha. ~¿Es que ni siquiera me reconoce? O sea, por favor, soy la loca que vive en la casa en ruinas ~pensaba aun incapaz de comprender cómo había llegado a esa situación.
Pero no dijo nada, prefirió hacer rechinar sus dientes mientras caminaba un poco más aunque nada ni nadie se interponía entre ella y la posada en la que se había estado alojando los días anteriores.
—Que ya conozco una posada —respondió de mala gana al de Amegakure.
Que perteneciesen a países distintos y justamente ese pueblo estuviese en el mismo que Amegakure no significaba que la pelirroja fuese una completa estúpida que no sabe nada. Está bien, Ritsuko se había perdido, pero casi podía sentir cómo la trataban como si se hubiese perdido incluso dentro de ese pueblo.
—A ver, solo quiero saber en qué dirección ir para llegar al país del bosque, nada más —insistió porque realmente, era lo único que quería de aquellos dos.
Y de paso cuando estuviesen en kusagakure podría demostrarle a la peli-plateada que ella también es una kunoichi de aquella villa, no podía aceptar que le negasen información por esa sospecha. ~¿Es que ni siquiera me reconoce? O sea, por favor, soy la loca que vive en la casa en ruinas ~pensaba aun incapaz de comprender cómo había llegado a esa situación.