13/05/2017, 04:35
Que la chica estuviese llorando en un rincón de la habitación poco parecía importarle al chico, incluso si todo lo que ella se estaba imaginando era cierto, no parecía ser que el contrario estuviese ni un poco alegre por lo que se había dado aquella noche y eso definitivamente le hubiese llamado la atención a la rubia de no ser porque estaba muy mal emocionalmente y aparte soportando todo lo relacionado a la resaca.
Prefirió no volver a abrir la boca, llorar tan silenciosamente como pudiera y probablemente comenzar a buscar su ropa luego, pero antes de que pudiera siquiera ponerse de pie, el dueño del departamento decidió básicamente dejarle en claro lo molesta que le resultaba. Un impacto directo a su gran autoestima como una de las pocas selectas del clan Sakamoto.
Pero no abrió la boca, al menos no para responderle, simplemente le miró fijo por un instante y sin emitir ni un sonido se puso de pie y comenzó la búsqueda por su vestimenta. Suponía que alguna prenda estaría tirada en algún lugar del departamento, daba igual donde y en qué estado estuviese con tal de que sirviese para cubrir un poco más que aquella simple camiseta.
Tras mirar rápidamente cada rincón de la habitación y no encontrar nada, la chica decidió abandonar el dormitorio y seguir su búsqueda en algún otro lugar. Tenía que haber algo, incluso con todo lo que había en el lugar debería de poder hacerse aunque sea una mínima idea de lo que había pasado la noche anterior pero los dolores y malestares de la resaca eran demasiado intensos como para que pensara demasiado.
«No pude haberlo hecho, no es Haskoz… »pensaba la rubia aun incapaz de concebir lo que supuestamente ocurrió por la noche.
Prefirió no volver a abrir la boca, llorar tan silenciosamente como pudiera y probablemente comenzar a buscar su ropa luego, pero antes de que pudiera siquiera ponerse de pie, el dueño del departamento decidió básicamente dejarle en claro lo molesta que le resultaba. Un impacto directo a su gran autoestima como una de las pocas selectas del clan Sakamoto.
Pero no abrió la boca, al menos no para responderle, simplemente le miró fijo por un instante y sin emitir ni un sonido se puso de pie y comenzó la búsqueda por su vestimenta. Suponía que alguna prenda estaría tirada en algún lugar del departamento, daba igual donde y en qué estado estuviese con tal de que sirviese para cubrir un poco más que aquella simple camiseta.
Tras mirar rápidamente cada rincón de la habitación y no encontrar nada, la chica decidió abandonar el dormitorio y seguir su búsqueda en algún otro lugar. Tenía que haber algo, incluso con todo lo que había en el lugar debería de poder hacerse aunque sea una mínima idea de lo que había pasado la noche anterior pero los dolores y malestares de la resaca eran demasiado intensos como para que pensara demasiado.
«No pude haberlo hecho, no es Haskoz… »pensaba la rubia aun incapaz de concebir lo que supuestamente ocurrió por la noche.