13/05/2017, 13:22
—Ya lo admitiste, lo tenías tú. ¿Por qué simplemente no lo entregaste?
—Nadie sabía que ellos habían solicitado ayuda a la Arashikage… Tú te asustaste al vernos entrar a la tienda cuando ibas saliendo y por eso ha ocurrido eso, quisiste venderle el gato al señor de la otra tienda y cuando nos viste allá también te diste cuenta que íbamos a por el gato.—
— ¿Tú me escuchas cuando hablo? ¿O es que directamente me estas ignorando? Chaval que no nací ayer. Fui a la tienda con varios gatos para preguntarle si era uno de ellos y cuanto me pagaría si lo encontraba, y la muy loca se puso histerica diciendo que como podía confundir a su minino con unos gatos cualquieras de la calle. Entonces me dijo que no había recompensa, que ya se encargaban unos shinobis.
—Indistintamente lo niegues o no, hay un escuadrón encargado para obtener información de una manera u otra, es contra de tu voluntad, así que no hay pérdida.—
El hombre soltó una carcajada y se llevó la mano a la cara.
— Ya veo que eres el gracioso del grupo, ¿qué coño te inventas de un escuadron? Si sois tres shinobis y como ya te he dicho, yo no sé nada de ningún gato.
Keisuke tenía que desistir, lo había intentado y el hombre se había mantenido firme en su declaración, era lo suficientemente inteligente como para saber la verdad tras las acciones del sospechoso pero tambien para saber que no le iba a sacar nada más. Además, no encontraria la voluntad para seguir insistiendo.
—Nadie sabía que ellos habían solicitado ayuda a la Arashikage… Tú te asustaste al vernos entrar a la tienda cuando ibas saliendo y por eso ha ocurrido eso, quisiste venderle el gato al señor de la otra tienda y cuando nos viste allá también te diste cuenta que íbamos a por el gato.—
— ¿Tú me escuchas cuando hablo? ¿O es que directamente me estas ignorando? Chaval que no nací ayer. Fui a la tienda con varios gatos para preguntarle si era uno de ellos y cuanto me pagaría si lo encontraba, y la muy loca se puso histerica diciendo que como podía confundir a su minino con unos gatos cualquieras de la calle. Entonces me dijo que no había recompensa, que ya se encargaban unos shinobis.
—Indistintamente lo niegues o no, hay un escuadrón encargado para obtener información de una manera u otra, es contra de tu voluntad, así que no hay pérdida.—
El hombre soltó una carcajada y se llevó la mano a la cara.
— Ya veo que eres el gracioso del grupo, ¿qué coño te inventas de un escuadron? Si sois tres shinobis y como ya te he dicho, yo no sé nada de ningún gato.
Keisuke tenía que desistir, lo había intentado y el hombre se había mantenido firme en su declaración, era lo suficientemente inteligente como para saber la verdad tras las acciones del sospechoso pero tambien para saber que no le iba a sacar nada más. Además, no encontraria la voluntad para seguir insistiendo.