14/05/2017, 03:33
Luego de su petición la Sakamoto se llevó una mano a la cara básicamente para sobarse un poco por el golpe. Lo más lógico sería en realidad que lo hiciera con la zona que se llevó el primer impacto pero se vería simplemente atroz y prefería no tentar de más a su suerte.
De esa forma el Uchiha accedió a la petición y tras rodearla rebuscó en un armario hasta encontrar un pantalón que suponía le quedaría a ella.
La chica se levantó, lo tomó entre manos y lo estiró para comprobar medidas a grandes rasgos. Tenía pinta de que le iría medianamente bien y por si fuera poco era elástico.
—Fatal, pero no te preocupes, ya me iré —fue lo que atinó a responderle con una mirada melancólica y un tono del mismo calibre.
Acto seguido, la rubia intentó ponerse el pantalón sin importarle que Datsue siguiera allí, después de todo se suponía que habían hecho de todo en prácticamente todo el departamento aunque si había algo curioso era que no sentía absolutamente nada en esas zonas más sensibles.
Tras ponerse el pantalón y asegurarse que este no se caería sin más, la chica volvió su mirada al dueño de casa.
—Mañana te devolveré la ropa ya lavada y… —hizo una ligera pausa—. Lamento todo lo ocurrido.
Dicho eso, la joven se dispuso a retirarse. Tampoco se sentía bien para entablar conversación, no quería hablar con él tampoco luego de todo lo que le dio a entender la noche anterior y para colmo le estaba debiendo hasta cierto punto por lo de la ropa, cualquier otro tal vez la hubiese dejado tirada en cualquier parte de la villa y sin nada que la cubriese.
Pero aun así, la chica si podía evitaría al Uchiha tanto como pudiese.
De esa forma el Uchiha accedió a la petición y tras rodearla rebuscó en un armario hasta encontrar un pantalón que suponía le quedaría a ella.
La chica se levantó, lo tomó entre manos y lo estiró para comprobar medidas a grandes rasgos. Tenía pinta de que le iría medianamente bien y por si fuera poco era elástico.
—Fatal, pero no te preocupes, ya me iré —fue lo que atinó a responderle con una mirada melancólica y un tono del mismo calibre.
Acto seguido, la rubia intentó ponerse el pantalón sin importarle que Datsue siguiera allí, después de todo se suponía que habían hecho de todo en prácticamente todo el departamento aunque si había algo curioso era que no sentía absolutamente nada en esas zonas más sensibles.
Tras ponerse el pantalón y asegurarse que este no se caería sin más, la chica volvió su mirada al dueño de casa.
—Mañana te devolveré la ropa ya lavada y… —hizo una ligera pausa—. Lamento todo lo ocurrido.
Dicho eso, la joven se dispuso a retirarse. Tampoco se sentía bien para entablar conversación, no quería hablar con él tampoco luego de todo lo que le dio a entender la noche anterior y para colmo le estaba debiendo hasta cierto punto por lo de la ropa, cualquier otro tal vez la hubiese dejado tirada en cualquier parte de la villa y sin nada que la cubriese.
Pero aun así, la chica si podía evitaría al Uchiha tanto como pudiese.