15/05/2017, 21:16
—¿En un tejado?— Pregunté incrédulo por el lugar donde le había encontrado, lo único que vino a mi mente como justificación era que el gato escapó y afortunadamente se topó con Mogura. Era lo más lógico que deduje en pocos segundos.
Le seguí al interior de la tienda, limpié mis sandalias en el tapete de la entrada e hice una leve reverencia al igual que Manase. —Estamos de vuelta. — Expresé ante lo obvio.
Kaede yacía en el mostrador, parecía que no se había movido en ningún momento y me atrevía a pensar que nos estaba esperando, eso era un voto de confianza ¿o no? Después de todo nos advirtió no regresar sin el gato.
A la par que Mogura entregaba al felino, busqué entre mis bolsillo y mi hice con la bomba de humo modificada para luego dársela. —No hubo necesidad de usarla. — Expliqué y volví unos pasos atrás.
Se nos entregó un pergamino y el paraguas de mi compañero, la despedida no se hizo esperar y la chica agradeció por nuestro trabajo, bueno directamente a Mogura, pero para mí era más que suficiente. —Estamos a la orden por si vuelven a necesitar ayuda.— Hice una breve pausa y luego una reverencia al igual que la chiquilla. —Hasta luego. — Caminé hacía la puerta, sería el primero en salir, quería dejar aquel olor atrás.
Una vez afuera esperaría por Mogura para partir al despacho del líder.
Le seguí al interior de la tienda, limpié mis sandalias en el tapete de la entrada e hice una leve reverencia al igual que Manase. —Estamos de vuelta. — Expresé ante lo obvio.
Kaede yacía en el mostrador, parecía que no se había movido en ningún momento y me atrevía a pensar que nos estaba esperando, eso era un voto de confianza ¿o no? Después de todo nos advirtió no regresar sin el gato.
A la par que Mogura entregaba al felino, busqué entre mis bolsillo y mi hice con la bomba de humo modificada para luego dársela. —No hubo necesidad de usarla. — Expliqué y volví unos pasos atrás.
Se nos entregó un pergamino y el paraguas de mi compañero, la despedida no se hizo esperar y la chica agradeció por nuestro trabajo, bueno directamente a Mogura, pero para mí era más que suficiente. —Estamos a la orden por si vuelven a necesitar ayuda.— Hice una breve pausa y luego una reverencia al igual que la chiquilla. —Hasta luego. — Caminé hacía la puerta, sería el primero en salir, quería dejar aquel olor atrás.
Una vez afuera esperaría por Mogura para partir al despacho del líder.