16/05/2017, 06:55
Parecía que a Ayame le había gustado mucho la idea de contarle aquella historia, y Taeko puso de su parte, prestándole toda la atención posible sin descuidar la tinta.
Comenzó mencionando las Cinco Grandes Aldeas de antaño, y cómo sus dirigentes habían sido imprudentes al intentar manejar a los bijū para sus propios fines. Mientras hablaba, su rostro se tornó algo serio, y le dio la impresión a Taeko de que ella misma se tomaba aquellos hechos como algo de suma importancia.
”Tal vez es una historiadora… ¡Qué interesante! Yo me cansaría de buscar y manejar tanta información…”
La morena contaría entonces que los clanes de aquellas aldeas, al ser éstas destruidas por los bijū, habían migrado a otros lugares. Taeko recordó algo que su madre le había dicho:
—El Jiton… sus usuarios vienen de Sunagakure. Por eso no se… no se alejaron mucho. Se quedaron en Inaka por mucho tiempo. Y allí seguimos hasta que pues… Hasta que solo quedamos tú y yo…
Sin embargo, cuando estaba terminando de contar acerca de la batalla de los tres primeros Kage contra las bestias, Taeko notó un gesto extraño en el rostro de Ayame. Había entrecerrado un poco los ojos de repente. La peliplateada inclinó levemente la cabeza, algo inquieta. Dejó la barra de tinta, que ya casi tenía el líquido en su espesor ideal, y le escribió una nota.
≫¿Estás bien, Ayame-san? ¿Pasa algo malo?
Me gusta cómo cuentas esas cosas. ¿Eres una estudiosa del tema?
Intentó pensar en qué palabra podría escribir en el pergamino, pero la expectativa de si la chica estaba bien o no la distrajo.
Comenzó mencionando las Cinco Grandes Aldeas de antaño, y cómo sus dirigentes habían sido imprudentes al intentar manejar a los bijū para sus propios fines. Mientras hablaba, su rostro se tornó algo serio, y le dio la impresión a Taeko de que ella misma se tomaba aquellos hechos como algo de suma importancia.
”Tal vez es una historiadora… ¡Qué interesante! Yo me cansaría de buscar y manejar tanta información…”
La morena contaría entonces que los clanes de aquellas aldeas, al ser éstas destruidas por los bijū, habían migrado a otros lugares. Taeko recordó algo que su madre le había dicho:
—El Jiton… sus usuarios vienen de Sunagakure. Por eso no se… no se alejaron mucho. Se quedaron en Inaka por mucho tiempo. Y allí seguimos hasta que pues… Hasta que solo quedamos tú y yo…
Sin embargo, cuando estaba terminando de contar acerca de la batalla de los tres primeros Kage contra las bestias, Taeko notó un gesto extraño en el rostro de Ayame. Había entrecerrado un poco los ojos de repente. La peliplateada inclinó levemente la cabeza, algo inquieta. Dejó la barra de tinta, que ya casi tenía el líquido en su espesor ideal, y le escribió una nota.
≫¿Estás bien, Ayame-san? ¿Pasa algo malo?
Me gusta cómo cuentas esas cosas. ¿Eres una estudiosa del tema?
Intentó pensar en qué palabra podría escribir en el pergamino, pero la expectativa de si la chica estaba bien o no la distrajo.
SILENCE
〘When deed speaks, words are nothing.〙
"Pienso" (thistle) ❀ ≫Escribo (orchid)
¡Visita El rincón de traducción de Taekūran!
〘When deed speaks, words are nothing.〙
"Pienso" (thistle) ❀ ≫Escribo (orchid)
¡Visita El rincón de traducción de Taekūran!