18/05/2017, 00:56
~Me va a dar algo como sigan así ~pensó la pelirroja al escuchar cada palabra de parte del de Amegakure y también tras ver las escritas por la de Kusa. ~¿Estarán así todo el jodido día? ~agregó en su cabeza queriendo convencerse de que no sería así, de lo contrario la volverían loca por ser tan correctos.
Lo que más llamaba la atención de la pelirroja probablemente sería que ambos entes lucían bastante jóvenes, tanto o puede que incluso más que ella y aun así se mostraban de esa manera tan respetuosos incluso con supuestos “iguales”.
—Bueno, venga —dijo sin mucho ánimo girándose para dirigir la marcha en otra dirección a la que estaban yendo—. Lamento si no les gusta estar en una posada barata pero es lo que hay.
Así se la malinterpretase, le daba lo mismo, la chica guiaba al grupo hacia una posada que no estaba demasiado lejos pero que tampoco parecía muy buena, desde fuera al menos parecía una cabaña algo maltratada pero de experiencias pasadas Ritsuko averiguó que se mantiene muy bien el calor en el interior, eso claro, cuando las ventanas se logran cerrar bien.
No tardaron prácticamente nada en llegar, tan solo un par de minutos y tras cruzar el umbral de la puerta los shinobis podrían apreciar un ambiente de lo más humilde y con bastante más vida de la que aparentaba desde fuera. La calidez del lugar pronto los recibiría en cuanto cerrasen la puerta que por suerte estaba en perfectas condiciones, de lo contrario seguramente el frío entraría de todas maneras.
—Iré a mi habitación un rato —aclaró antes de retirarse hacia el mostrador para solicitar la llave de la habitación que había pagado y luego subir las escaleras.
Se iría a su cuarto en busca de alguna toalla o similar, de ser necesario se secaría con la propia cobija aunque luego la terminase pasando mal. Pero que va, la idea era estar más o menos seca allí adentro para después reencontrarse con esos dos.
~O podría encerrarme aquí hasta mañana ~pensó por un instante, pero descartó rápidamente la idea ya que ellos tenían la información para enviarla en buena dirección hacia el país del bosque.
Lo que más llamaba la atención de la pelirroja probablemente sería que ambos entes lucían bastante jóvenes, tanto o puede que incluso más que ella y aun así se mostraban de esa manera tan respetuosos incluso con supuestos “iguales”.
—Bueno, venga —dijo sin mucho ánimo girándose para dirigir la marcha en otra dirección a la que estaban yendo—. Lamento si no les gusta estar en una posada barata pero es lo que hay.
Así se la malinterpretase, le daba lo mismo, la chica guiaba al grupo hacia una posada que no estaba demasiado lejos pero que tampoco parecía muy buena, desde fuera al menos parecía una cabaña algo maltratada pero de experiencias pasadas Ritsuko averiguó que se mantiene muy bien el calor en el interior, eso claro, cuando las ventanas se logran cerrar bien.
No tardaron prácticamente nada en llegar, tan solo un par de minutos y tras cruzar el umbral de la puerta los shinobis podrían apreciar un ambiente de lo más humilde y con bastante más vida de la que aparentaba desde fuera. La calidez del lugar pronto los recibiría en cuanto cerrasen la puerta que por suerte estaba en perfectas condiciones, de lo contrario seguramente el frío entraría de todas maneras.
—Iré a mi habitación un rato —aclaró antes de retirarse hacia el mostrador para solicitar la llave de la habitación que había pagado y luego subir las escaleras.
Se iría a su cuarto en busca de alguna toalla o similar, de ser necesario se secaría con la propia cobija aunque luego la terminase pasando mal. Pero que va, la idea era estar más o menos seca allí adentro para después reencontrarse con esos dos.
~O podría encerrarme aquí hasta mañana ~pensó por un instante, pero descartó rápidamente la idea ya que ellos tenían la información para enviarla en buena dirección hacia el país del bosque.