25/05/2017, 22:11
No había razón para atender a un entrenamiento durante aquel día, no había gente con quien organizar ninguna clase de enfrentamiento ni tampoco era un día en el que iba a dedicar a sus investigaciones. Aquel día, el joven médico de Amegakure se dirigía al edificio del Arashikage, iba a realizar una nueva misión.
Pisaba la calle con sus botas y cruzaba algunos puentes marchando en dirección al lugar previamente dicho, su ropa se lograba mantener seca gracias a la capacidad protectora que le otorgaba su fiel paraguas, era lluvia de verano pero no iba a darle el gusto de mojar su pulcro atuendo.
La temperatura no era precisamente baja ese día, pero de todas formas llevaba su abrigo doblado en un brazo, el mismo brazo con el que sostenía el paraguas. No pensaba necesitarlo mucho ese día pero si por alguna razón precisaba entrar en el despacho de Yui-sama, mejor no morir de frió.
Al ingresar en el edificio, dejó el paraguas en el receptáculo específicamente dedicado a eso. Seguidamente avanzó hasta el mostrador de la recepción, solo ahí logró darse cuenta de que había alguien delante.
Soy Inoue Keisuke, Genin, vengo con la finalidad de solicitar una misión.
Por alguna razón no le sorprendía el verlo en ese lugar.
Inoue Keisuke.
Llamó la atención del joven, esperando que hiciese una pausa en lo que estaba haciendo.
¿No sería mejor que nos asignen una misión a ambos? La última vez dio un buen resultado. Solo perdimos un hombre...
Posiblemente aquel sería uno de los momentos en los que el joven pelirrojo escucharía a Mogura hablar con un tono tan informal y un tanto jocoso, como si estuviese bromeando.
Pisaba la calle con sus botas y cruzaba algunos puentes marchando en dirección al lugar previamente dicho, su ropa se lograba mantener seca gracias a la capacidad protectora que le otorgaba su fiel paraguas, era lluvia de verano pero no iba a darle el gusto de mojar su pulcro atuendo.
La temperatura no era precisamente baja ese día, pero de todas formas llevaba su abrigo doblado en un brazo, el mismo brazo con el que sostenía el paraguas. No pensaba necesitarlo mucho ese día pero si por alguna razón precisaba entrar en el despacho de Yui-sama, mejor no morir de frió.
Al ingresar en el edificio, dejó el paraguas en el receptáculo específicamente dedicado a eso. Seguidamente avanzó hasta el mostrador de la recepción, solo ahí logró darse cuenta de que había alguien delante.
Soy Inoue Keisuke, Genin, vengo con la finalidad de solicitar una misión.
Por alguna razón no le sorprendía el verlo en ese lugar.
Inoue Keisuke.
Llamó la atención del joven, esperando que hiciese una pausa en lo que estaba haciendo.
¿No sería mejor que nos asignen una misión a ambos? La última vez dio un buen resultado. Solo perdimos un hombre...
Posiblemente aquel sería uno de los momentos en los que el joven pelirrojo escucharía a Mogura hablar con un tono tan informal y un tanto jocoso, como si estuviese bromeando.
Hablo - Pienso