27/05/2017, 00:46
Una voz familiar llamó mi atención justo después que hice mi presentación y solicitud, giré a ver si mi deducción estaba correcta, justo frente a mis ojos se reflejaron la imagen de Manase Mogura.
—Siempre tan cordial Mogura... Puedes decirme solo Kei.— Agregué, no me incomodaba que me dijeran mi nombre completo, pero últimamente Manase se encargaba de dirigirse a mi muy formalmente.
No obstante, Mogura hoy se encontraba un poco más ameno, realizó su petición para que ambos cumpliéramos una misión juntos y además agregó una broma al final, así como para romper el hielo, ¿realmente era Mogura? " Será que mientras más confianza tiene más se suelta con uno" Pensé rápidamente.
Sin decir nada estuve de acuerdo a su petición, siempre era bienvenida la ayuda.
Otra voz me llamó, esta no la conocía pero sí sabía de donde provenía, miré a la persona de la recepción, aquel hombre musculoso, "calvo" y con varias marcas de guerra en su rostro, tenía un aspecto un poco intimidante y su voz daba base a ello, por lo menos a mi percepción.
"Vaya... Ya nos ha de conocer toda la aldea por ello, seguro somos el hazme reír de todos..." La vergüenza me invadió por unos momentos, pero no reparé mucho en el asunto, simplemente quería la misión y empezar el trabajo, y claro salir rápido del lugar antes de que toda la planta baja estallase de risa como lo hizo ese jounin.
El shinobi sacó un pergamino con la letra D como etiqueta, un nuevo trabajo, un nuevo desafío ¿Que nos esperaba? Aparentemente por las palabras del recepcionista me animaron, todo sería "sencillo" para dos shinobis médicos. Tomé el pergamino y lo leí rápidamente. —Gracias, le aseguro que volveremos los dos sin ningún problema.— Agregué y realicé una leve reverencia.
Le di el pergamino a Mogura para que leyese su contenido y esperaría para dirigirnos juntos a la puerta, sería un viaje no muy largo pero lo suficiente para entablar una buena conversación, o eso tenía en mente para pasar el tiempo.
—Siempre tan cordial Mogura... Puedes decirme solo Kei.— Agregué, no me incomodaba que me dijeran mi nombre completo, pero últimamente Manase se encargaba de dirigirse a mi muy formalmente.
No obstante, Mogura hoy se encontraba un poco más ameno, realizó su petición para que ambos cumpliéramos una misión juntos y además agregó una broma al final, así como para romper el hielo, ¿realmente era Mogura? " Será que mientras más confianza tiene más se suelta con uno" Pensé rápidamente.
Sin decir nada estuve de acuerdo a su petición, siempre era bienvenida la ayuda.
Otra voz me llamó, esta no la conocía pero sí sabía de donde provenía, miré a la persona de la recepción, aquel hombre musculoso, "calvo" y con varias marcas de guerra en su rostro, tenía un aspecto un poco intimidante y su voz daba base a ello, por lo menos a mi percepción.
"Vaya... Ya nos ha de conocer toda la aldea por ello, seguro somos el hazme reír de todos..." La vergüenza me invadió por unos momentos, pero no reparé mucho en el asunto, simplemente quería la misión y empezar el trabajo, y claro salir rápido del lugar antes de que toda la planta baja estallase de risa como lo hizo ese jounin.
El shinobi sacó un pergamino con la letra D como etiqueta, un nuevo trabajo, un nuevo desafío ¿Que nos esperaba? Aparentemente por las palabras del recepcionista me animaron, todo sería "sencillo" para dos shinobis médicos. Tomé el pergamino y lo leí rápidamente. —Gracias, le aseguro que volveremos los dos sin ningún problema.— Agregué y realicé una leve reverencia.
Le di el pergamino a Mogura para que leyese su contenido y esperaría para dirigirnos juntos a la puerta, sería un viaje no muy largo pero lo suficiente para entablar una buena conversación, o eso tenía en mente para pasar el tiempo.