30/05/2017, 18:43
El contraste entre sus compañeros dejaba de ser divertido. La diferencia entre la formalidad de Mogura y el mal humor de Ritsuko pasaba a ser frustrante, más que nada.
El moreno animaba a Taeko a visitar y ver más del pueblo, y parecía estar contento con la idea. Tal vez le gustaba que la gente se fuera con buenos recuerdos de su país. Y Taeko se mostró agradecida por eso. Es más, si hubiesen estado solos, le habría pedido que fuese su guía en Yukio.
Sin embargo, el humor de Ritsuko no había amainado. Apenas vio a la peliplateada y su nota, puso una expresión extraña, dio la vuelta y subió de nuevo.
Taeko se sintió desconcertada, luego la inundó una breve pero fuerte oleada de enojo. Al final respiró profundamente e intentó calmarse. Volteó a ver a Mogura e hizo un ademán con ambas manos, intentando decirle que ya regresaba. Fue entonces tras los pasos de Ritsuko. Al subir, solo vio cómo se cerraba una puerta y fue a ella.
”¿Pero qué? ¿Cuál es su problema? Yo solo intento ser amable. No espero que me traten como princesa, sino con el mínimo respeto. ¿Por qué tiene que comportarse así? ¿No es capaz de una conversación normal?” pensaba mientras avanzaba a pasos firmes por el pasillo de madera.
Se sintió mal por dejar a Mogura en el recibidor, pero Ritsuko, a pesar de ser una desconocida, era su compatriota, y debía buscar su bien. Comparó entonces sus opciones. ¿Mostrar simpatía por quien ni se dignaba a hablarle, pero era de su tierra? ¿O por quien era muy amable con ella, pero ajeno a su pueblo? Por alguna razón, Taeko recordó que la pelirroja no había mencionado su apellido, y entonces el nombre Ritsuko resonó en la parte trasera de su mente, como si lo hubiese escuchado en la calle alguna vez. Pero no le dio importancia.
Escribió una nota a toda prisa. Ni siquiera cuidó bien su caligrafía, pues la actitud de Ritsuko la comenzaba a afectar. Luego tocó la puerta tres veces con firmeza. Esperaría a que abriera para mostrar la nota.
≫Disculpa si te ofendí de alguna manera.
Solo quiero ser amable.
Solo quiero ayudar.
En algún momento Taeko se había encontrado con personas maleducadas, pero siempre habían sido desconocidos que iban y venían. Nadie de Kusagakure se había comportado de esa manera con ella. Supuso que tal vez por eso le alteraba tanto.
El moreno animaba a Taeko a visitar y ver más del pueblo, y parecía estar contento con la idea. Tal vez le gustaba que la gente se fuera con buenos recuerdos de su país. Y Taeko se mostró agradecida por eso. Es más, si hubiesen estado solos, le habría pedido que fuese su guía en Yukio.
Sin embargo, el humor de Ritsuko no había amainado. Apenas vio a la peliplateada y su nota, puso una expresión extraña, dio la vuelta y subió de nuevo.
Taeko se sintió desconcertada, luego la inundó una breve pero fuerte oleada de enojo. Al final respiró profundamente e intentó calmarse. Volteó a ver a Mogura e hizo un ademán con ambas manos, intentando decirle que ya regresaba. Fue entonces tras los pasos de Ritsuko. Al subir, solo vio cómo se cerraba una puerta y fue a ella.
”¿Pero qué? ¿Cuál es su problema? Yo solo intento ser amable. No espero que me traten como princesa, sino con el mínimo respeto. ¿Por qué tiene que comportarse así? ¿No es capaz de una conversación normal?” pensaba mientras avanzaba a pasos firmes por el pasillo de madera.
Se sintió mal por dejar a Mogura en el recibidor, pero Ritsuko, a pesar de ser una desconocida, era su compatriota, y debía buscar su bien. Comparó entonces sus opciones. ¿Mostrar simpatía por quien ni se dignaba a hablarle, pero era de su tierra? ¿O por quien era muy amable con ella, pero ajeno a su pueblo? Por alguna razón, Taeko recordó que la pelirroja no había mencionado su apellido, y entonces el nombre Ritsuko resonó en la parte trasera de su mente, como si lo hubiese escuchado en la calle alguna vez. Pero no le dio importancia.
Escribió una nota a toda prisa. Ni siquiera cuidó bien su caligrafía, pues la actitud de Ritsuko la comenzaba a afectar. Luego tocó la puerta tres veces con firmeza. Esperaría a que abriera para mostrar la nota.
≫Disculpa si te ofendí de alguna manera.
Solo quiero ser amable.
Solo quiero ayudar.
En algún momento Taeko se había encontrado con personas maleducadas, pero siempre habían sido desconocidos que iban y venían. Nadie de Kusagakure se había comportado de esa manera con ella. Supuso que tal vez por eso le alteraba tanto.
SILENCE
〘When deed speaks, words are nothing.〙
"Pienso" (thistle) ❀ ≫Escribo (orchid)
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