1/06/2017, 18:42
Al final, tanto Izumi como Taeko habían acabado de buen humor. Exhaustas, sí, pero contentas. La pelirrosa bromeaba acerca de echarse a descansar y no moverse en todo el día, ante lo cual la peliplateada soltó una silenciosa risa. Sin embargo, una expresión diferente surcó el rostro de la espadachina a la vez que soltaba un leve improperio. Como si algo terrible hubiese pasado de repente.
≫¿Pasa algo, Izumi-san? se apresuró a escribirle en la libretita.
La chica mencionó que era hora de irse, y Taeko concordó asintiendo. Había sido un entrenamiento fructífero, y las dos se irían contentas. Al escuchar que su compañera vivía en Bunkyo, Taeko soltó un mudo “ooh”.
Es una de las zonas mejor acomodadas, ¿no? ¡No se le nota! Apuesto a que su casa es hermosa. Pensó con curiosidad, para luego escribir una nota más en respuesta a su nueva amiga.
≫¡Bunkyo! ¡Qué genial! Yo vivo en la parte oeste de Kashiba. Pero ahora tengo que ir a los dojos de entrenamiento a entregar primero el material que pedí prestado…
Recordó la shinai con el take roto y se avergonzó un poco. Era algo torpe maltratar equipo en su primer préstamo, incluso si era material de entrenamiento básico. Sacudió la cabeza para sacarse ese pensamiento de la mente. Luego escribió de nuevo.
≫¡Aunque puedes visitarme cuando quieras!
Se apresuró entonces a dibujar un burdo croquis en una hoja en blanco para entregárselo. En él se podía apreciar la puerta sur de Kusagakure, y la calle que se formaba desde ella y ascendía, torciéndose ligeramente hacia el noreste para dirigirse al centro de la Aldea. En la zona de Kashiba, un área con poco de especial que se ubicaba en el borde de la ciudad, esa calle principal se cruzaba con varias callejuelas, que a su vez formaban una especie de cuadrícula entre sí. Taeko encerró uno de esos cuadritos, dibujó un arbolito que parecía más un arbusto y escribió al primer kanji de su nombre, tae.
Esperaba que la chica pudiese encontrar su hogar. ¡Cuánto gusto le daría recibirla alguna vez!
Después de entregarle el croquis, le dedicó una nota más, acompañada de una carita sonriente.
≫Es un gran placer conocerte, Izumi-san. Gracias por todo lo de hoy.
Al enseñársela, no pudo evitar pensar que, el decirle eso y el invitarla a su casa, sonaba muy parecido a una cita. Se sonrojó un poco, aunque por lo agitada y sudada que estaba, no se notó.
≫¿Pasa algo, Izumi-san? se apresuró a escribirle en la libretita.
La chica mencionó que era hora de irse, y Taeko concordó asintiendo. Había sido un entrenamiento fructífero, y las dos se irían contentas. Al escuchar que su compañera vivía en Bunkyo, Taeko soltó un mudo “ooh”.
Es una de las zonas mejor acomodadas, ¿no? ¡No se le nota! Apuesto a que su casa es hermosa. Pensó con curiosidad, para luego escribir una nota más en respuesta a su nueva amiga.
≫¡Bunkyo! ¡Qué genial! Yo vivo en la parte oeste de Kashiba. Pero ahora tengo que ir a los dojos de entrenamiento a entregar primero el material que pedí prestado…
Recordó la shinai con el take roto y se avergonzó un poco. Era algo torpe maltratar equipo en su primer préstamo, incluso si era material de entrenamiento básico. Sacudió la cabeza para sacarse ese pensamiento de la mente. Luego escribió de nuevo.
≫¡Aunque puedes visitarme cuando quieras!
Se apresuró entonces a dibujar un burdo croquis en una hoja en blanco para entregárselo. En él se podía apreciar la puerta sur de Kusagakure, y la calle que se formaba desde ella y ascendía, torciéndose ligeramente hacia el noreste para dirigirse al centro de la Aldea. En la zona de Kashiba, un área con poco de especial que se ubicaba en el borde de la ciudad, esa calle principal se cruzaba con varias callejuelas, que a su vez formaban una especie de cuadrícula entre sí. Taeko encerró uno de esos cuadritos, dibujó un arbolito que parecía más un arbusto y escribió al primer kanji de su nombre, tae.
Esperaba que la chica pudiese encontrar su hogar. ¡Cuánto gusto le daría recibirla alguna vez!
Después de entregarle el croquis, le dedicó una nota más, acompañada de una carita sonriente.
≫Es un gran placer conocerte, Izumi-san. Gracias por todo lo de hoy.
Al enseñársela, no pudo evitar pensar que, el decirle eso y el invitarla a su casa, sonaba muy parecido a una cita. Se sonrojó un poco, aunque por lo agitada y sudada que estaba, no se notó.
SILENCE
〘When deed speaks, words are nothing.〙
"Pienso" (thistle) ❀ ≫Escribo (orchid)
¡Visita El rincón de traducción de Taekūran!
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