1/06/2017, 22:29
Izumi se afanaba en quitarse el barro de la cara con el dorso de sus manos, apenas podía abrir los ojos por culpa de aquel fango espeso mezclado con lo que dios quiera que fuese esa saliva pegajosa que actuaba casi como argamasa. Sin embargo, no sería ella la que se quejase pues el dueño de aquellas babas la había salvado de una muerte casi segura.
"Sigo viva por los pelos..." sentada sobre sus rodillas, recuperaba el aliento y visión como buenamente podía "Quién lo iba a decir..." aunque apenas logró ver la sombra escabullirse en el río, la pelirosa estaba segura de que había sido una de esas salamandras gigantes. Quizás el viejo rey que se encontró hace tiempo o tal vez algún pariente suyo "Como dice la abuela: A veces hasta los Oni se ponen de tu parte" tras un último resfregón, logró por fin tener la vista clara "Anda, pero si es el idiota que casi me mata" el tipo yacía bocaarriba sobre el fango, no se movía "¿Estará muerto?"
Se movió de repente "No, sólo estaba inconsciente" la supervivencia de su acompañante le era totalmente indiferente, sin embargo su deber como médica era ayudar o al menos eso es lo que su abuela le había vendido "que remedio..."
—¿Estás bien?— preguntó la pelirosa más por obligación que otra cosa —Déjame examinarte, soy médico...— informó la chica que no había reconocido por el momento a su compañero de fatigas circunstancial por culpa del fango que cubría su rostro
La chica se puso en pie, tenía todo su chubasquero cubierto de barro así que se lo quito de un tirón dejándolo caer al suelo. Su cabello rosado estaba también cubierto por trazas de lodo, pero su cara estaba ya casi limpia a excepción de unos pocos restos. Se acercó hasta donde estaba el chico y se arrodilló junto a él —¿Te duele?— comenzó a palparle el torso sobre el chubasquero en busca de alguna costilla rota, después seguiría por cuello, brazos y finalmente piernas
"Sigo viva por los pelos..." sentada sobre sus rodillas, recuperaba el aliento y visión como buenamente podía "Quién lo iba a decir..." aunque apenas logró ver la sombra escabullirse en el río, la pelirosa estaba segura de que había sido una de esas salamandras gigantes. Quizás el viejo rey que se encontró hace tiempo o tal vez algún pariente suyo "Como dice la abuela: A veces hasta los Oni se ponen de tu parte" tras un último resfregón, logró por fin tener la vista clara "Anda, pero si es el idiota que casi me mata" el tipo yacía bocaarriba sobre el fango, no se movía "¿Estará muerto?"
Se movió de repente "No, sólo estaba inconsciente" la supervivencia de su acompañante le era totalmente indiferente, sin embargo su deber como médica era ayudar o al menos eso es lo que su abuela le había vendido "que remedio..."
—¿Estás bien?— preguntó la pelirosa más por obligación que otra cosa —Déjame examinarte, soy médico...— informó la chica que no había reconocido por el momento a su compañero de fatigas circunstancial por culpa del fango que cubría su rostro
La chica se puso en pie, tenía todo su chubasquero cubierto de barro así que se lo quito de un tirón dejándolo caer al suelo. Su cabello rosado estaba también cubierto por trazas de lodo, pero su cara estaba ya casi limpia a excepción de unos pocos restos. Se acercó hasta donde estaba el chico y se arrodilló junto a él —¿Te duele?— comenzó a palparle el torso sobre el chubasquero en busca de alguna costilla rota, después seguiría por cuello, brazos y finalmente piernas