1/06/2017, 22:44
— Vale... — El joven marionetista aceptó sin rechistar la idea de la kunoichi, a pesar de que hacia unos segundos estaba dispuesto a correr hacia el peligro siguiendo a Yota
"Juro es excesivamente manipulable por lo que veo, se deja llevar por nosotros dos como una hoja ante el viento" aunque por el momento le venía bien aquella actitud sumisa de su compañero, empezaba a plantearse que quizás en un futuro podría llegar a ser un problema si el chico se veía sometido a mucha presión
Yota era el contrapunto, un ruidoso y temerario shinobi con un sentido común casi inexistente que ahora replicaba furioso. Izumi aguantó el chaparrón sin apartar la mirada, clavaba los ojos en los de su compañero para dar a entender que ella no se dejaría someter tan fácilmente como el otro chico. La pelirosa se encargaría de mantener al equipo a salvo, esa era su misión y eso es lo que haría
—Te recuerdo— gruño Izumi —que nuestro único objetivo es cruzar este bosque, nadie ha dicho nada de luchar— el rubio era un maldito kamikaze a los ojos de la chica, no pensaba nada más que en cargar contra un adversario que ya había demostrado ser más sigiloso, rápido y preciso que ellos —Aquellos que se hacen llamar shinobis cumplen órdenes y eso es lo que haré, cumplir la única orden que se me ha dado: Salir del bosque— sentenció la chica
De repente, comenzó a sentirse indispuesta. Una sensación extraña se apoderó de ella, no era siquiera capaz de identificar el origen o la procedencia que ese malestar.
"¿Qué me está pasando?"
"Juro es excesivamente manipulable por lo que veo, se deja llevar por nosotros dos como una hoja ante el viento" aunque por el momento le venía bien aquella actitud sumisa de su compañero, empezaba a plantearse que quizás en un futuro podría llegar a ser un problema si el chico se veía sometido a mucha presión
Yota era el contrapunto, un ruidoso y temerario shinobi con un sentido común casi inexistente que ahora replicaba furioso. Izumi aguantó el chaparrón sin apartar la mirada, clavaba los ojos en los de su compañero para dar a entender que ella no se dejaría someter tan fácilmente como el otro chico. La pelirosa se encargaría de mantener al equipo a salvo, esa era su misión y eso es lo que haría
—Te recuerdo— gruño Izumi —que nuestro único objetivo es cruzar este bosque, nadie ha dicho nada de luchar— el rubio era un maldito kamikaze a los ojos de la chica, no pensaba nada más que en cargar contra un adversario que ya había demostrado ser más sigiloso, rápido y preciso que ellos —Aquellos que se hacen llamar shinobis cumplen órdenes y eso es lo que haré, cumplir la única orden que se me ha dado: Salir del bosque— sentenció la chica
De repente, comenzó a sentirse indispuesta. Una sensación extraña se apoderó de ella, no era siquiera capaz de identificar el origen o la procedencia que ese malestar.
"¿Qué me está pasando?"