1/06/2017, 23:00
≫¿Pasa algo, Izumi-san? escribió la peliplateada en su libretilla con su depurada caligrafía, aunque un poco desdibujada por el cansancio
—Nada, nada— negó con la mano —Sólo que he recordado algo que tenía que hacer y casi olvido— respondió sin querer entrar en más detalles, pues informar a la otra chica de que seguramente sería castigada por llegar tarde a las clases no era una buena forma de terminar una conversación.
Taeko pareció sorprenderse ante la revelación de que su interlocutora vivía en el Bunkyo
≫¡Bunkyo! ¡Qué genial! Yo vivo en la parte oeste de Kashiba. Pero ahora tengo que ir a los dojos de entrenamiento a entregar primero el material que pedí prestado…
"¿Kashiba? Creo que nunca he estado allí"
≫¡Aunque puedes visitarme cuando quieras! escribió en su libreta antes de comenzar a dibujar un croquis, a pesar de la volocidad con la que lo hacía le estaba quedando mucho mejor que los dibujos más esmerados de la Sanshouo
"No tengo ningún talento para el dibujo..." eso es lo que le había quedado claro nada más recibir el mapa entre sus manos
—Dibujas genial— alabó a su compañera mientras ojeaba el mapa —Tendré que pasarme algún día a que me des algunas clases— bromeó la pelirosa
≫Es un gran placer conocerte, Izumi-san. Gracias por todo lo de hoy.
—El placer es mío— hizo una reverencia —Sí alguna vez necesitas algo, ven a verme— justo en aquel instante cayó en que ella no tenía una forma clara de indicarle a la chica donde estaba su casa "A cierto, eso servirá"
—Busca las salamandras— la valla que rodeaba la mansión de los Sanshouo tenía ladrillos incrustados con salamandras talladas en ellos —Bueno, tengo que irme. Me deben estar esperando— hizo una nueva reverencia antes de darse la vuelta y comenzar a correr en dirección a la ciudad —Espero que nos volvamos a ver pronto— se despidió agitando la mano una vez se alejó un poco, para finalmente alejarse a toda velocidad
"Esta vez me la he cargado pero bien, aún así estoy segura de que ha merecido la pena"
—Nada, nada— negó con la mano —Sólo que he recordado algo que tenía que hacer y casi olvido— respondió sin querer entrar en más detalles, pues informar a la otra chica de que seguramente sería castigada por llegar tarde a las clases no era una buena forma de terminar una conversación.
Taeko pareció sorprenderse ante la revelación de que su interlocutora vivía en el Bunkyo
≫¡Bunkyo! ¡Qué genial! Yo vivo en la parte oeste de Kashiba. Pero ahora tengo que ir a los dojos de entrenamiento a entregar primero el material que pedí prestado…
"¿Kashiba? Creo que nunca he estado allí"
≫¡Aunque puedes visitarme cuando quieras! escribió en su libreta antes de comenzar a dibujar un croquis, a pesar de la volocidad con la que lo hacía le estaba quedando mucho mejor que los dibujos más esmerados de la Sanshouo
"No tengo ningún talento para el dibujo..." eso es lo que le había quedado claro nada más recibir el mapa entre sus manos
—Dibujas genial— alabó a su compañera mientras ojeaba el mapa —Tendré que pasarme algún día a que me des algunas clases— bromeó la pelirosa
≫Es un gran placer conocerte, Izumi-san. Gracias por todo lo de hoy.
—El placer es mío— hizo una reverencia —Sí alguna vez necesitas algo, ven a verme— justo en aquel instante cayó en que ella no tenía una forma clara de indicarle a la chica donde estaba su casa "A cierto, eso servirá"
—Busca las salamandras— la valla que rodeaba la mansión de los Sanshouo tenía ladrillos incrustados con salamandras talladas en ellos —Bueno, tengo que irme. Me deben estar esperando— hizo una nueva reverencia antes de darse la vuelta y comenzar a correr en dirección a la ciudad —Espero que nos volvamos a ver pronto— se despidió agitando la mano una vez se alejó un poco, para finalmente alejarse a toda velocidad
"Esta vez me la he cargado pero bien, aún así estoy segura de que ha merecido la pena"