28/06/2015, 19:50
Luego de la aparatosa caída, el joven de Kusa parecía de todo menos agradecido. Eso quedo confirmado cuando se acerco a Kazuma dándole un empujón seguido de un sermón, al parecer se lamentaba por la fortuna de los gigantes.
—Bueno mira ¿Cómo decirlo?
—Todo esto es tanto tu culpa como tu responsabilidad —dijo el pelo blanco, con todo el cinismo del cual era capaz.
Habiendo dicho eso comenzó a responderle y a justificarse con el rubio.
—Primero que nada, el que empezó con los de los trucos ninjas fuiste tú y peor aún lo hiciste en la vivienda de dos civiles, todo por motivos menores.
—Segundo, el que les iba a hacer daño eras tú, ¿no te detuviste a pensar que siendo personas de semejantes dimensiones, el correr podría causarles un daño a largo plazo en sus piernas? Hera preferible detenerlos, además lo que los hizo caer no fue mis destello, fue la tonta carrera que tenias con ellos.
—Tercero, me parece que en realidad no tenías nada bajo control. Eso más que todo porque dentro de tu país y jurisdicción, permitiste que una tontería terminara en esto. Además que le has permitido a un shinobi extranjero hacer lo que quiera.
—Y cuarto y sobre todo lo demás, todo esto pudo evitarse, pero tienes demasiadas dudas y malas decisiones. Bueno, son cosas que suelen pasar, aunque parecías mayor que yo. Pensé que podrías controlarte tú y la situación, supongo que me equivoque.
Mientras decía aquello el chico de Kusa se iba alejando en dirección contraria, pero no se iría sin escuchar las últimas palabras del joven de Uzu.
—Bueno, de todos modos ya estuve mucho por aquí. Debo decir que ha sido interesante y todo, pero no me esperaba que Kusa entrenara genins tan poco competentes —lo dijo mas para sí mismo que para alguien más, aunque lo exclamo con tono de voz bastante alta—. Lo más increíble, es que ni siquiera tiene el honor suficiente para disculparse adecuadamente.
—Bueno mira ¿Cómo decirlo?
—Todo esto es tanto tu culpa como tu responsabilidad —dijo el pelo blanco, con todo el cinismo del cual era capaz.
Habiendo dicho eso comenzó a responderle y a justificarse con el rubio.
—Primero que nada, el que empezó con los de los trucos ninjas fuiste tú y peor aún lo hiciste en la vivienda de dos civiles, todo por motivos menores.
—Segundo, el que les iba a hacer daño eras tú, ¿no te detuviste a pensar que siendo personas de semejantes dimensiones, el correr podría causarles un daño a largo plazo en sus piernas? Hera preferible detenerlos, además lo que los hizo caer no fue mis destello, fue la tonta carrera que tenias con ellos.
—Tercero, me parece que en realidad no tenías nada bajo control. Eso más que todo porque dentro de tu país y jurisdicción, permitiste que una tontería terminara en esto. Además que le has permitido a un shinobi extranjero hacer lo que quiera.
—Y cuarto y sobre todo lo demás, todo esto pudo evitarse, pero tienes demasiadas dudas y malas decisiones. Bueno, son cosas que suelen pasar, aunque parecías mayor que yo. Pensé que podrías controlarte tú y la situación, supongo que me equivoque.
Mientras decía aquello el chico de Kusa se iba alejando en dirección contraria, pero no se iría sin escuchar las últimas palabras del joven de Uzu.
—Bueno, de todos modos ya estuve mucho por aquí. Debo decir que ha sido interesante y todo, pero no me esperaba que Kusa entrenara genins tan poco competentes —lo dijo mas para sí mismo que para alguien más, aunque lo exclamo con tono de voz bastante alta—. Lo más increíble, es que ni siquiera tiene el honor suficiente para disculparse adecuadamente.