3/06/2017, 18:49
La pelirroja no mostraba signos de estar dispuesta a levantarse, ni siquiera cuando se escucharon aquellos golpeteos en la puerta que la desconcentraron levemente de su charla con su madre.
—Mira, vinieron a por ti —dijo burlona la mayor.
—Me di cuenta —respondió con cierta ironía.
Luego de un momento más de estar tumbada, la kunoichi se levantó y abrió la puerta para recibir con cara de pocos amigos a la joven de cabellos plateados, quien le mostró una nueva nota algo distinta de las otras.
Ritsuko se tomó su tiempo para leerla y luego analizar las expresiones de la contraria, como si buscase algún mínimo defecto en ella.
—Da igual, ¿no? —respondió manteniendo el semblante y acompañando sus palabras con un tono del mismo calibre—. Ya encontraré yo el camino, gracias y que tengas un bonito día.
Dichas esas palabras la pelirroja entrecerró la puerta, pero en el último segundo se decidió finalmente a decirlo de una vez por todas.
—Y deja de fingir —le espetó para finalmente cerrar la puerta en la cara de la contraria.
Así molestase a la chica o se ofendiera le daba igual, en la aldea a nadie nunca le importó lo que a Ritsuko le pasaba por la cabeza así que no había motivos para que ella tuviese consideración por los demás, además que era irritante que fingieran tratarte con respeto de tal manera. ~Será hipócrita ~pensaba bastante molesta.
—Mira, vinieron a por ti —dijo burlona la mayor.
—Me di cuenta —respondió con cierta ironía.
Luego de un momento más de estar tumbada, la kunoichi se levantó y abrió la puerta para recibir con cara de pocos amigos a la joven de cabellos plateados, quien le mostró una nueva nota algo distinta de las otras.
Ritsuko se tomó su tiempo para leerla y luego analizar las expresiones de la contraria, como si buscase algún mínimo defecto en ella.
—Da igual, ¿no? —respondió manteniendo el semblante y acompañando sus palabras con un tono del mismo calibre—. Ya encontraré yo el camino, gracias y que tengas un bonito día.
Dichas esas palabras la pelirroja entrecerró la puerta, pero en el último segundo se decidió finalmente a decirlo de una vez por todas.
—Y deja de fingir —le espetó para finalmente cerrar la puerta en la cara de la contraria.
Así molestase a la chica o se ofendiera le daba igual, en la aldea a nadie nunca le importó lo que a Ritsuko le pasaba por la cabeza así que no había motivos para que ella tuviese consideración por los demás, además que era irritante que fingieran tratarte con respeto de tal manera. ~Será hipócrita ~pensaba bastante molesta.