12/06/2017, 10:25
(Última modificación: 12/06/2017, 10:25 por Uzumaki Eri.)
Kuro esperó a que ambos le respondiesen, y lo que escuchó no le gustó especialmente mucho. Al parecer los dos encargados de la misión no habían entendido del todo lo que pedía en el pergamino, pero no les culpaba del todo, quizá no había sido bien redactado, aunque...
A la porra, estaba muy bien redactado y ellos no habían entendido nada.
— En el pergamino decía que necesitaba una demostración de unos genin recién graduados, en ningún momento dije que os teníais que enfrentar a mí. Me pareció adecuado que dos jóvenes demostrasen sus capacidades de taijutsu frente a la clase para ayudar a los estudiantes. — Explicó con la cabeza bien alta. — Pero... Si no os interesa, no pasa nada, podéis simplemente contestar las dudas de los niños... — Suspiró.
Cuando abrió la puerta, entraron a un gran salón donde la mayor parte del suelo estaba cubierta por un tatami blanco, aunque ya había perdido ese color seguramente haría un par de años. En una plataforma un poco más alta había una serie de cojines de color marrón donde reposaban unos cuantos alumnos de unos diez, once años aproximadamente, algunos incluso nueve.
Todos parecían charlar animadamente entre ellos hasta que la puerta se abrió, por lo cual todos se colocaron de nuevo en posición y el silencio se formó.
— Ya estoy de vuelta chicos, estos son Izumi y Yota, van a ayudarnos en nuestra clase de hoy, ¿alguna pregunta? — Preguntó el profesor.
— ¿Qué se sintió la primera vez que ganásteis en un combate de taijutsu? — Preguntó una muchacha de cabello alborotado, oscuro, y ojos grandes y brillantes de un color anaranjado.
A la porra, estaba muy bien redactado y ellos no habían entendido nada.
— En el pergamino decía que necesitaba una demostración de unos genin recién graduados, en ningún momento dije que os teníais que enfrentar a mí. Me pareció adecuado que dos jóvenes demostrasen sus capacidades de taijutsu frente a la clase para ayudar a los estudiantes. — Explicó con la cabeza bien alta. — Pero... Si no os interesa, no pasa nada, podéis simplemente contestar las dudas de los niños... — Suspiró.
Cuando abrió la puerta, entraron a un gran salón donde la mayor parte del suelo estaba cubierta por un tatami blanco, aunque ya había perdido ese color seguramente haría un par de años. En una plataforma un poco más alta había una serie de cojines de color marrón donde reposaban unos cuantos alumnos de unos diez, once años aproximadamente, algunos incluso nueve.
Todos parecían charlar animadamente entre ellos hasta que la puerta se abrió, por lo cual todos se colocaron de nuevo en posición y el silencio se formó.
— Ya estoy de vuelta chicos, estos son Izumi y Yota, van a ayudarnos en nuestra clase de hoy, ¿alguna pregunta? — Preguntó el profesor.
— ¿Qué se sintió la primera vez que ganásteis en un combate de taijutsu? — Preguntó una muchacha de cabello alborotado, oscuro, y ojos grandes y brillantes de un color anaranjado.