13/06/2017, 14:41
Luego de la breve presentación, el anciano le miro con detenimiento. Una sonrisa se dibujo en su rostro mientras buscaba donde sentarse para descansar su fatigado cuerpo. Puede que fuera por la perspectiva de recibir ayuda, pero Akamane se estaba comportando de forma bastante amable, alabando la eficiencia del sistema de misiones al responder a su reciente llamado.
“Parece ser un encargo bastante sencillo”, concluyo el Hakagurē, luego de escuchar que era lo que tendría que hacer en aquel sitio.
El señor estaba a punto de caer en una evocación de su juventud y Kōtetsu estaba a punto de quedarse escuchando, pero una melodiosa voz les interrumpió. Ambos se giraron para ver quién era la recién llegada. Grande fue la sorpresa del peliblanco al ver que se trataba de una muchacha pelirroja, ataviada con un traje de baño bastante moderno y poseedora de un aspecto agraciado capaz de dejar con la boca abierta a más de uno.
“Formidable… Es como si el verano de Uzushio hubiese tomado la mejor forma humana”, pensó, impresionado por la belleza de aquella desconocida.
La jovencita volvió a hablar, y revelo que se trataba de la nieta de Akamane. El anciano la invito a pasar y ella le explico que estaba en una playa cercana, pero que se había acercado para saber cómo se encontraba, un acto noble considerando lo peligroso que podía ser aquel calor para alguien entrado en años. Le fue dada la buena noticia de que su abuelo se encontraba bien, y por las mismas se le pidió que hiciese de guía en la labor que el joven genin tenía por delante.
— Oh, claro. — Asintió la joven de forma enérgica. — Ven conmigo, esto...
—Mi nombre es Kōtetsu, y estaré bajo tu guía durante mi misión —respondió con serenidad y una leve sonrisa, tratando de no mirar durante demasiado tiempo a la jovencita—. Es un placer, Kaede-san.
“Parece ser un encargo bastante sencillo”, concluyo el Hakagurē, luego de escuchar que era lo que tendría que hacer en aquel sitio.
El señor estaba a punto de caer en una evocación de su juventud y Kōtetsu estaba a punto de quedarse escuchando, pero una melodiosa voz les interrumpió. Ambos se giraron para ver quién era la recién llegada. Grande fue la sorpresa del peliblanco al ver que se trataba de una muchacha pelirroja, ataviada con un traje de baño bastante moderno y poseedora de un aspecto agraciado capaz de dejar con la boca abierta a más de uno.
“Formidable… Es como si el verano de Uzushio hubiese tomado la mejor forma humana”, pensó, impresionado por la belleza de aquella desconocida.
La jovencita volvió a hablar, y revelo que se trataba de la nieta de Akamane. El anciano la invito a pasar y ella le explico que estaba en una playa cercana, pero que se había acercado para saber cómo se encontraba, un acto noble considerando lo peligroso que podía ser aquel calor para alguien entrado en años. Le fue dada la buena noticia de que su abuelo se encontraba bien, y por las mismas se le pidió que hiciese de guía en la labor que el joven genin tenía por delante.
— Oh, claro. — Asintió la joven de forma enérgica. — Ven conmigo, esto...
—Mi nombre es Kōtetsu, y estaré bajo tu guía durante mi misión —respondió con serenidad y una leve sonrisa, tratando de no mirar durante demasiado tiempo a la jovencita—. Es un placer, Kaede-san.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)