14/06/2017, 12:53
La cosa pintaba fea de cojones y ahora además estábamos recibiendo un ataque directo.
Juro trató de usar su marioneta para que no recibiese el ataque del arma arrojadiza, pero su mal estado hizo que los hilos de chakra que le unian a Gen se debilitasen tanto que la marioneta cayó a plomo al suelo. Por su parte, Izumi lució el baile del pato mareado y cayó al suelo, no sin antes recibir el impacto del arma que no provocó daños alguno en su mullido cuerpo. De hecho, con el impacto el arma simplemente desapareció.
Y fue entonces cuando parecía que íbamos a morir los 3. Pero los caminantes errantes se volatilizaron y no hubo un nuevo ataque, sino que lo que veíamos era muy distinto y como por arte de magia, los 3 gennins empezaron a encontrarse algo mejor, desde luego notarían que sus fuerzas se recuperaban notablemente y que el paisaje había cambiado por completo. Ya no había la explanada, sino que a unos 5 metros de donde se encontraban estaba ¡La puerta de salida! Lo habíamos logrado sin saber ni como.
— Me cago en mi vida, ¡Mirad eso, chicos!
La felicidad se podría contagiar por mi voz. Aquello era sumamente desconcertante pero al final la suerte se habia puesto de su lado.
Juro trató de usar su marioneta para que no recibiese el ataque del arma arrojadiza, pero su mal estado hizo que los hilos de chakra que le unian a Gen se debilitasen tanto que la marioneta cayó a plomo al suelo. Por su parte, Izumi lució el baile del pato mareado y cayó al suelo, no sin antes recibir el impacto del arma que no provocó daños alguno en su mullido cuerpo. De hecho, con el impacto el arma simplemente desapareció.
Y fue entonces cuando parecía que íbamos a morir los 3. Pero los caminantes errantes se volatilizaron y no hubo un nuevo ataque, sino que lo que veíamos era muy distinto y como por arte de magia, los 3 gennins empezaron a encontrarse algo mejor, desde luego notarían que sus fuerzas se recuperaban notablemente y que el paisaje había cambiado por completo. Ya no había la explanada, sino que a unos 5 metros de donde se encontraban estaba ¡La puerta de salida! Lo habíamos logrado sin saber ni como.
— Me cago en mi vida, ¡Mirad eso, chicos!
La felicidad se podría contagiar por mi voz. Aquello era sumamente desconcertante pero al final la suerte se habia puesto de su lado.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa