21/06/2017, 01:55
Tras unos cuantos minutos Aiko empezó el reporte sobre la situación fuera de nuestra ubicación, escuché con atención cada una de sus palabras para dar mi idea sobre lo que deberíamos o no hacer, al final del comunicado la pelirroja hizo su propia conclusión, acertada en sí, realmente no quería ningún inconveniente, y menos luchar con nadie.
—Bueno bueno, salir como entramos será un poco difícil.— Expresé con una sonrisa estúpida, sobre todo porque ninguno de los dos sabíamos cómo llegamos hasta aquella prisión subterránea. —Entonces es cuestión de salir por la puerta que está a la derecha y ser libres, ¿no?— Pensé en lo fácil que sonaba todo.
Abrí la puerta lentamente, lo suficientemente como para que una persona saliera y luego la otra, caminé lo más silenciosamente posible hacia la derecha, obviando todos los detalles de la sala en que salimos, mi intención era salir por la puerta, ahí me percaté que una cortina la cubría, con la diestra separé el pedazo de tela y vi a través del cristal para confirmar que era la salida. Traté de abrir la puerta, pero el cerrojo estaba cerrado, he ahí el primer inconveniente. —¿Sabes abrir las puertas con ganzuas o algo así?— Pregunté.
—Sí destrozamos la puerta lo más seguro es que se despierten, no sé otra forma de escapar. Tendríamos que huir rápidamente tras salir.— Esa sería la única opción. Pero como la situación no dependía de mi, esperé el consentimiento de la kunoichi.
—Bueno bueno, salir como entramos será un poco difícil.— Expresé con una sonrisa estúpida, sobre todo porque ninguno de los dos sabíamos cómo llegamos hasta aquella prisión subterránea. —Entonces es cuestión de salir por la puerta que está a la derecha y ser libres, ¿no?— Pensé en lo fácil que sonaba todo.
Abrí la puerta lentamente, lo suficientemente como para que una persona saliera y luego la otra, caminé lo más silenciosamente posible hacia la derecha, obviando todos los detalles de la sala en que salimos, mi intención era salir por la puerta, ahí me percaté que una cortina la cubría, con la diestra separé el pedazo de tela y vi a través del cristal para confirmar que era la salida. Traté de abrir la puerta, pero el cerrojo estaba cerrado, he ahí el primer inconveniente. —¿Sabes abrir las puertas con ganzuas o algo así?— Pregunté.
—Sí destrozamos la puerta lo más seguro es que se despierten, no sé otra forma de escapar. Tendríamos que huir rápidamente tras salir.— Esa sería la única opción. Pero como la situación no dependía de mi, esperé el consentimiento de la kunoichi.