21/06/2017, 21:52
La recolección de las plantas fue más difícil de lo que pareció, mi brazo izquierdo sí bien no estaba molestando por el dolor, estaba inutilizado por la anestesia, pero supuse que era mejor no sentir nada que aquel terrible malestar. Tardé más de lo que esperaba, sobre todo porque las piedras seguían resbalosas y pude mantenerme solo por el dominio del chakra, sino hace rato hubiera terminado en el agua.
La pared por la que descendí se veía mucho más alta de lo que parecía, el acantilado se había vuelto mi enemigo en esta situación y la lluvia su cómplice; estuve varios minutos observando algunos detalles por donde pudiera ser más fácil mi ascenso y me percaté de algunas fisuras y gritas, algunos lugares planos que podrían servirme.
Tomé el hilo con ambas manos, con dificultad en la izquierda y moldeé chakra en mis pies, una vez tensado el hilo empecé a subir lentamente, apoyandome siempre con la mano derecha que era la que me permitía hacer la mayor fuerza; mi pasos fueron lentos e intentaba que fueran seguros, me ayudé con aquellos puntos que había visualizado previamente y de esa manera empecé a subir.
El acantilado se alzaba imponente y el tiempo comenzaba a pasar, la lluvia hacía parecer todo más complejo, nunca habría llegado a pensar que el agua podría ser un enemigo tan fuerte; tras subir dos o tres metros reposaba algunos segundos. La brisa y el frío estaban empezando a hacer tiritar mi cuerpo y por lo que mis ojos percibían aún faltaba bastante para llegar a la cima.
Tardé los minutos que fueron necesarios, pero finalmente llegué. Mis manos estaban totalmente marcadas dejando rastros de la presión del hilo; mi respiración agitada al igual que mi corazón y, aunque leves, se podía percibir un pequeño temblor involuntario.
—Será mejor que nos demos prisa.— Fue lo único que comenté, me dirigí a los arboles para guardar mi hilo ninja y luego ir a la casa del cliente.
La pared por la que descendí se veía mucho más alta de lo que parecía, el acantilado se había vuelto mi enemigo en esta situación y la lluvia su cómplice; estuve varios minutos observando algunos detalles por donde pudiera ser más fácil mi ascenso y me percaté de algunas fisuras y gritas, algunos lugares planos que podrían servirme.
Tomé el hilo con ambas manos, con dificultad en la izquierda y moldeé chakra en mis pies, una vez tensado el hilo empecé a subir lentamente, apoyandome siempre con la mano derecha que era la que me permitía hacer la mayor fuerza; mi pasos fueron lentos e intentaba que fueran seguros, me ayudé con aquellos puntos que había visualizado previamente y de esa manera empecé a subir.
El acantilado se alzaba imponente y el tiempo comenzaba a pasar, la lluvia hacía parecer todo más complejo, nunca habría llegado a pensar que el agua podría ser un enemigo tan fuerte; tras subir dos o tres metros reposaba algunos segundos. La brisa y el frío estaban empezando a hacer tiritar mi cuerpo y por lo que mis ojos percibían aún faltaba bastante para llegar a la cima.
Tardé los minutos que fueron necesarios, pero finalmente llegué. Mis manos estaban totalmente marcadas dejando rastros de la presión del hilo; mi respiración agitada al igual que mi corazón y, aunque leves, se podía percibir un pequeño temblor involuntario.
—Será mejor que nos demos prisa.— Fue lo único que comenté, me dirigí a los arboles para guardar mi hilo ninja y luego ir a la casa del cliente.