23/06/2017, 21:59
Tras llegar a la cima, me encontré con un estado que no esperaba, sinceramente me había golpeado repetidas veces contra el muro del acantilado, pero no esperaba quedar en esa situación, mi poca resistencia se vio expuesta.
Caminé cojeando unos cuantos pasos, el dolor de la pierna se había vuelto un problema, pero debíamos llegar a casa del cliente y había perdido mucho tiempo recogiendo mi hilo. Cada paso que daba significaba una punzada que me causaba agonía. —Mogura, ten.— Le di una de las bolsas con las plantas. —Adelántate, ahora mismo no puedo moverme con libertad y tú puedes llegar más rápido, en cuanto me cure te alcanzo.— Expliqué.
Tras cederle la batuta a mi compañero, me senté ahí bajo la lluvia y puse mis palmas en la rodilla y hombro afectado y empecé mi tratamiento, mis manos brillarían con un aura verdeazulada, me mantuve así el tiempo suficiente para solventar mis dolencias.
Una vez me hallé recuperado me puse en marcha en dirección a la casa del cliente.