25/06/2017, 13:00
Al borde del horizonte de visión de Izumi, apareció una sombra gris y negra que contrastaba con el color limpio del cielo. Sin tiempo a reaccionar, notó como la agarraban por el cuello de su chaqueta desde la espalda y la forzaban a levantarse.
—¿Estás bien? si tantas ganas tenías de darte una ducha con éste guapetón, bien podrías haberlo preguntado amablemente, coño. tanto la situación, como las palabras del chico no sentaron precisamente nada bien a la kunoichi que apenas apoyar los pies en el suelo comenzó a responder de manera casi instintiva.
-¿Qué sucedió? ¿Están bien?- la chica ni siquiera tuvo en cuenta aquella voz, no le gustaba nada la manera en la que la habían tratado
—¡No..— se giró levemente, lo suficiente como para agarrar con su mano izquierda la derecha de su ahora oponente y después utilizar su brazo derecho para envolverlo en una de sus técnicas favoritas de judo —me toques!— lanzándole hacia adelante para que el chico cayese sobre su espalda.
Una vez tuviera a su rival en el suelo, Izumi le observaría bien por primera "¿Qué cojones es está cosa? Habla... pero casi no parece humano" se retiraría un par de pasos hacia la orilla, caminando de espaldas y sin perder de vista a la criatura que había arrojado contra el agua, dejando que su mano derecha acariciase la empuñadura de su shirasaya por si la cosa iba a más "Demasiada suerte era que aquí hubiese un lago... como no, tenía que chocar contra esa cosa..."