2/07/2015, 05:09
Luego de seguir la línea de la pared por unos minutos, ambos chicos llegaron a los que parecía ser un pasaje, aunque el término correcto sería: Una gran grieta en la roca, o al menos eso era lo que parecía a los ojos del Ishimura.
Aquella boca de lobo parecía haberse mostrado en un momento oportuno, pues la vida de la improvisada antorcha se estaba consumiendo aprisa. Con la tenue luz que restaba era imposible escudriñar entre las sobras de aquel estrecho corredizo.
«Joder esto se ve inseguro»
Los cuales eran pensamientos lógicos, pensamientos que seguramente también habrían cruzado por la mente de la Kunoichi que lideraba la caminata. Pero aun así esta no se amedrento, pues tenía bien claro la situación y sus limitadas opciones.
Con determinación le arrojo una advertencia al peliblanco para que este espabilara, y como si se hubieran coordinado las circunstancias, la flama que los mantenía iluminados se fue haciendo cada vez más tenue, mientras los cabellos negros de la joven se iban fundiendo con las sombras.
«Solo nos queda avanzar, es lo único que podemos hacer» —fue lo que pensó, mientras que con un rápido movimiento extinguía las ascuas remanentes que se habían quedado adheridas a la vaina de su espada.
Entonces en silencio se deslizo dentro del pasadizo. Mientras sentía como el espacio a su alrededor se hacía más chico, se esforzaba por seguir el eco de las pisadas y el sonido del roce con la roca que producía el andar de su compañera.
En aquella oscuridad laberíntica, el oído podía llegar a ser el sentido más valioso y aterrador, pues Kazuma se aseguraba de hacer el ruido suficiente para que la jovencita le escuchara, pero sabía que el mismo seria presa del pánico si el eco vital de aquella chica desaparecía de sus oídos repentinamente.
Aquella boca de lobo parecía haberse mostrado en un momento oportuno, pues la vida de la improvisada antorcha se estaba consumiendo aprisa. Con la tenue luz que restaba era imposible escudriñar entre las sobras de aquel estrecho corredizo.
«Joder esto se ve inseguro»
Los cuales eran pensamientos lógicos, pensamientos que seguramente también habrían cruzado por la mente de la Kunoichi que lideraba la caminata. Pero aun así esta no se amedrento, pues tenía bien claro la situación y sus limitadas opciones.
Con determinación le arrojo una advertencia al peliblanco para que este espabilara, y como si se hubieran coordinado las circunstancias, la flama que los mantenía iluminados se fue haciendo cada vez más tenue, mientras los cabellos negros de la joven se iban fundiendo con las sombras.
«Solo nos queda avanzar, es lo único que podemos hacer» —fue lo que pensó, mientras que con un rápido movimiento extinguía las ascuas remanentes que se habían quedado adheridas a la vaina de su espada.
Entonces en silencio se deslizo dentro del pasadizo. Mientras sentía como el espacio a su alrededor se hacía más chico, se esforzaba por seguir el eco de las pisadas y el sonido del roce con la roca que producía el andar de su compañera.
En aquella oscuridad laberíntica, el oído podía llegar a ser el sentido más valioso y aterrador, pues Kazuma se aseguraba de hacer el ruido suficiente para que la jovencita le escuchara, pero sabía que el mismo seria presa del pánico si el eco vital de aquella chica desaparecía de sus oídos repentinamente.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)