2/07/2017, 22:30
Como era de esperarse, la pregunta le molestó lo suficiente como para poner en duda la percepción de la kunoichi, pero no la alteraría con algo así, solo sabía que fácil podría haberla robado de algún shinobi ebrio o que se la haya dejado olvidada en primer lugar. Las posibilidades eran miles y Ritsuko no iba a indagar en el asunto, simplemente no podía darse el lujo de confiar en una placa metálica.
Pero lo más extraño estaba aún por darse, el de Amegakure se acercó a la kunoichi que seguía muy atenta a sus movimientos y sin más preámbulos le pidió que le contase su historia. Frase que dejó atónita a la pelirroja.
~¿Habla en serio? ~Preguntó en su cabeza esperando la respuesta de su madre, la cual nunca llegó ya que no estaba para nada nerviosa como para que se diera semejante fenómeno.
Luego el pelirrojo agregó más, redobló la apuesta y ya la de Kusa no pudo contenerse, rompió el silencio a carcajadas y se alejó un par de pasos mientras tanto.
--¿Contarte mi historia? ¡Ni siquiera nos conocemos! —Respondió con los ojos lagrimeando—¡Tendrás más suerte hablando con un borracho! —Le espetó finalmente.
Lo más curioso es que entre las risas a Ritsuko se le había dibujado una sonrisa que más que divertida parecía del tipo maliciosa, pero la verdad es que ni siquiera sabía cómo diablos un shinobi de Amegakure podía ir y soltar semejantes frases a un completo desconocido, es decir, ¿ambos vivían en el mismo mundo o Amegakure es completamente distinta de Kusagakure?.
Pero lo más extraño estaba aún por darse, el de Amegakure se acercó a la kunoichi que seguía muy atenta a sus movimientos y sin más preámbulos le pidió que le contase su historia. Frase que dejó atónita a la pelirroja.
~¿Habla en serio? ~Preguntó en su cabeza esperando la respuesta de su madre, la cual nunca llegó ya que no estaba para nada nerviosa como para que se diera semejante fenómeno.
Luego el pelirrojo agregó más, redobló la apuesta y ya la de Kusa no pudo contenerse, rompió el silencio a carcajadas y se alejó un par de pasos mientras tanto.
--¿Contarte mi historia? ¡Ni siquiera nos conocemos! —Respondió con los ojos lagrimeando—¡Tendrás más suerte hablando con un borracho! —Le espetó finalmente.
Lo más curioso es que entre las risas a Ritsuko se le había dibujado una sonrisa que más que divertida parecía del tipo maliciosa, pero la verdad es que ni siquiera sabía cómo diablos un shinobi de Amegakure podía ir y soltar semejantes frases a un completo desconocido, es decir, ¿ambos vivían en el mismo mundo o Amegakure es completamente distinta de Kusagakure?.