2/07/2017, 23:29
Las protestas del genin, lejos de conseguir su objetivo, solo lograron que aquel crustáceo se pusiera aun más furioso y agresivo. Bien podía intentar tirar con un poco mas de fuerza, pero el riesgo de terminar rompiendo aquel viejo arpón era muy alto. De pronto la criatura tiro con una malicia que parecía impropia de un animal, logrando que la pica cayese a varios metros de distancia y quedase casi a merced del suave oleaje. El joven trastabillo hacia atrás y casi cae, pero mantuvo la calma y logro recuperar el equilibrio.
—Vale, ya te saliste con la tuya —admitió con serenidad, al ver que al fin había librado su herramienta de trabajo.
El joven decidió ignorar a su atacante e ir por la pica, pero el cangrejo rápidamente se movió a un lado para cortarle el paso. Aquella “araña de agua” no solo le había desarmado, sino que también quería continuar la pelea. El espadachín intento hacer una finta, pero la criatura hacía gala de una gran velocidad para moverse lateralmente, por lo que evadirlo sería difícil. Pensó en tratar de patearlo o voltearlo, pero su guardia estaba en alto y la amenaza del agarre de aquellas tenazas no era cosa de juego.
—De verdad que admiro tu espíritu combativo, pequeño ser de armadura roja, pero soy demasiado oponente para ti.
Kōtetsu sabía que era una especie de locura el tratar de hacer que un animal inferior le comprendiese, pero, de alguna manera, el constante y rítmico chasqueo del cerrar de aquellas pinzas carmesí le hacía creer que su oponente, aunque fuera por muy poco, comprendía el lenguaje de la agresión.
—Tienes suerte de que no desee matarte —aseguro con voz baja y suave, mientras comenzaba a recoger arena con sus manos para arrojársela al cangrejo, intentando cubrirlo—. Bien podría atraparte para hacer una sopa contigo, pero con lo gruñón que eres de seguro quedaría terrible… Vamos, vete, que tengo cosas que hacer.
—Vale, ya te saliste con la tuya —admitió con serenidad, al ver que al fin había librado su herramienta de trabajo.
El joven decidió ignorar a su atacante e ir por la pica, pero el cangrejo rápidamente se movió a un lado para cortarle el paso. Aquella “araña de agua” no solo le había desarmado, sino que también quería continuar la pelea. El espadachín intento hacer una finta, pero la criatura hacía gala de una gran velocidad para moverse lateralmente, por lo que evadirlo sería difícil. Pensó en tratar de patearlo o voltearlo, pero su guardia estaba en alto y la amenaza del agarre de aquellas tenazas no era cosa de juego.
—De verdad que admiro tu espíritu combativo, pequeño ser de armadura roja, pero soy demasiado oponente para ti.
Kōtetsu sabía que era una especie de locura el tratar de hacer que un animal inferior le comprendiese, pero, de alguna manera, el constante y rítmico chasqueo del cerrar de aquellas pinzas carmesí le hacía creer que su oponente, aunque fuera por muy poco, comprendía el lenguaje de la agresión.
—Tienes suerte de que no desee matarte —aseguro con voz baja y suave, mientras comenzaba a recoger arena con sus manos para arrojársela al cangrejo, intentando cubrirlo—. Bien podría atraparte para hacer una sopa contigo, pero con lo gruñón que eres de seguro quedaría terrible… Vamos, vete, que tengo cosas que hacer.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)