4/07/2015, 11:34
Al ver cómo se desenvolvía la situación, el chico de cabellera rubia quedó casi en un segundo plano, por no decir un tercero o cuarto. La tensión era firme, casi palpable entre el chico de Uzu y la chica de Ame. Aunque tampoco era para menos... aparecer, decir que alguien de su aldea huyó de él, y ahora intentar llevarla con ellos para "ayudarla". Hasta a él le empezaba a sonar raro y perturbante. Aunque éste sí sabía que al menos por su parte era para ayudar. No podía saber los verdaderos propósitos del de Uzu, pues aún no sabía ni su nombre.
"Vaya con éste tipo... sabe expresarse menos que un libro cerrado, o simplemente es así de raro siempre... a saber... ¿Son todos los de Uzu así de raros? Ya van 2 de 3.... vaya tela."
El rubio se llevó la mano hacia el cabello, y entremetiendo los dedos por éste, se llevó el excedente hacia detrás a la par que dejaba caer un resoplido. La situación no le agradaba del todo, y si la chica no quería ayuda, no era cuestión de perder mas el tiempo. Ella era ya grandecita...sabría como apañárselas. Distinto era que fuese una civil y mas pequeña e edad, como pensó en un principio el Yotsuki.
— Siempre se ha dicho que cada uno es mayorcito para tomar sus propias decisiones. Si ella no quiere ayuda, allá ella. Es también una shinobi, sabrá apañárselas por sí misma. — Comentó tajante. — Te vienes al museo, esto.... ¿Cual es tu nombre? —
En las últimas palabras casi dejó de lado a la chica. Tenía bien claro que no iba a secuestrar a nadie. Si ella no quería ayuda, pues sin ayuda se quedaría. Ahora le quedaba el viaje al museo, y la compañía de ese extraño de Uzu. Poco a poco, el bichito de la curiosidad le había picado. No precisamente por el museo, si no por averiguar un poquito mas de ese chico.
No sabía cuanto podía costar la entrada, donde se encontraba el museo, ni nada de nada... pero bueno. El tiempo daría respiro, e información. Al menos ahora no estaba solo, perderse en la misma ciudad no le iba a ser tan difícil ahora. Al menos podía sacar eso en beneficio.
"Ahora... los de Uzu son raros de cojones... pero los de Ame. Dios... los de Ame parecen desconfiados. MUY desconfiados. No se fía ni de su propia sombra ésta chica... ¿serán todos parecidos?"
"Vaya con éste tipo... sabe expresarse menos que un libro cerrado, o simplemente es así de raro siempre... a saber... ¿Son todos los de Uzu así de raros? Ya van 2 de 3.... vaya tela."
El rubio se llevó la mano hacia el cabello, y entremetiendo los dedos por éste, se llevó el excedente hacia detrás a la par que dejaba caer un resoplido. La situación no le agradaba del todo, y si la chica no quería ayuda, no era cuestión de perder mas el tiempo. Ella era ya grandecita...sabría como apañárselas. Distinto era que fuese una civil y mas pequeña e edad, como pensó en un principio el Yotsuki.
— Siempre se ha dicho que cada uno es mayorcito para tomar sus propias decisiones. Si ella no quiere ayuda, allá ella. Es también una shinobi, sabrá apañárselas por sí misma. — Comentó tajante. — Te vienes al museo, esto.... ¿Cual es tu nombre? —
En las últimas palabras casi dejó de lado a la chica. Tenía bien claro que no iba a secuestrar a nadie. Si ella no quería ayuda, pues sin ayuda se quedaría. Ahora le quedaba el viaje al museo, y la compañía de ese extraño de Uzu. Poco a poco, el bichito de la curiosidad le había picado. No precisamente por el museo, si no por averiguar un poquito mas de ese chico.
No sabía cuanto podía costar la entrada, donde se encontraba el museo, ni nada de nada... pero bueno. El tiempo daría respiro, e información. Al menos ahora no estaba solo, perderse en la misma ciudad no le iba a ser tan difícil ahora. Al menos podía sacar eso en beneficio.
"Ahora... los de Uzu son raros de cojones... pero los de Ame. Dios... los de Ame parecen desconfiados. MUY desconfiados. No se fía ni de su propia sombra ésta chica... ¿serán todos parecidos?"