23/07/2017, 15:11
- Eh, yo, eh… ¿Ne-necesita algo?- pregunto casi al volumen de un susurro cuando estuvo cerca, aun sin quitarse la capucha de la cabeza.
—Sí, tu. Te ves un poco tenso y fuera de lugar. ¿Por qué no te sientas y pides algo de beber? —le pregunto, con una voz amable y divertida.
Kōtetsu observo con detenimiento a aquel muchacho, pensando en lo incomodo que debía estar en aquel salón de mala muerte. El mismo también lo estaría, sino fuera porque se encontraba allí por voluntad propia. Bajo su tasa humeante y la hizo tintinear ligeramente contra el pequeño plato de cerámica, y se dispuso a hablar:
—Te recomiendo el café, está bastante bueno —aseguro, con voz serena y suave, sin siquiera voltear a mirarle.
—Cierto, una bebida caliente te caería bien —dijo, medio animada y halagada por el comentario del peliblanco—. Aquí todo gasto corre por cuenta de la casa, así que puedes pedir lo que quieras, aunque solo tenga café, té y licor.
El joven de piel morena y la señorita de la barra se le quedaron mirando, esperando a ver que hacía.
—Sí, tu. Te ves un poco tenso y fuera de lugar. ¿Por qué no te sientas y pides algo de beber? —le pregunto, con una voz amable y divertida.
Kōtetsu observo con detenimiento a aquel muchacho, pensando en lo incomodo que debía estar en aquel salón de mala muerte. El mismo también lo estaría, sino fuera porque se encontraba allí por voluntad propia. Bajo su tasa humeante y la hizo tintinear ligeramente contra el pequeño plato de cerámica, y se dispuso a hablar:
—Te recomiendo el café, está bastante bueno —aseguro, con voz serena y suave, sin siquiera voltear a mirarle.
—Cierto, una bebida caliente te caería bien —dijo, medio animada y halagada por el comentario del peliblanco—. Aquí todo gasto corre por cuenta de la casa, así que puedes pedir lo que quieras, aunque solo tenga café, té y licor.
El joven de piel morena y la señorita de la barra se le quedaron mirando, esperando a ver que hacía.