5/07/2015, 00:27
No había mucho que el joven de piel morena pudiera hacer, pues la pelo negro se veía determinada a comprobar su idea. Lo único que le dijo a su compañero era que no estaba segura de que sucedería, pero que confiaba en que saldría bien.
Con aquellas palabras, la kunoichi comenzó una secuencia de sellos que a su término daría como resultado una bola de fuego, que volaría a toda velocidad hacia la cavidad que se presumía estaba llena de gas.
Al principio parecía que el fuego se extinguiría, pero cuando la esfera en llama alcanzo el límite de su rango, tomo una fuerza descomunal, expandiéndose y brillando con una gran intensidad. El gas contenido en la caverna había hecho ignición a causa de la llama.
No es de extrañar que con las dimensiones de aquella explosión, todo el sitio se sacudiera mientras trozos y mas trozos del techo caían a gran velocidad contra el suelo, pero justo cuando parecía que los muros se abalanzarían sobre ellos, todo ceso de repente.
—Cielos, eso estuvo cerca. —dijo notablemente aliviado, mientras el polvo se acentaba.
—Bueno, al menos aun estamos en una pieza, eso es lo importante —respondió él, a las palabras de la joven de piel clara.
—Y ahora ¿qué hacemos? —pregunto.
Con aquellas palabras, la kunoichi comenzó una secuencia de sellos que a su término daría como resultado una bola de fuego, que volaría a toda velocidad hacia la cavidad que se presumía estaba llena de gas.
Al principio parecía que el fuego se extinguiría, pero cuando la esfera en llama alcanzo el límite de su rango, tomo una fuerza descomunal, expandiéndose y brillando con una gran intensidad. El gas contenido en la caverna había hecho ignición a causa de la llama.
No es de extrañar que con las dimensiones de aquella explosión, todo el sitio se sacudiera mientras trozos y mas trozos del techo caían a gran velocidad contra el suelo, pero justo cuando parecía que los muros se abalanzarían sobre ellos, todo ceso de repente.
—Cielos, eso estuvo cerca. —dijo notablemente aliviado, mientras el polvo se acentaba.
—Bueno, al menos aun estamos en una pieza, eso es lo importante —respondió él, a las palabras de la joven de piel clara.
—Y ahora ¿qué hacemos? —pregunto.