2/08/2017, 00:07
Los cangrejos cada vez parecía que se multiplicasen más pues se acercaban y se acercaban hasta, por fin rozar los pies del genin sin ningún problema. Kotetsu, que por su parte había decidido no matar o mutilar a sus agresores; se defendía con la vaina de su katana consiguiendo que los cangrejos, aunque con cierta lentitud, tomasen más odio hacia el chico y atacasen con más pellizcos.
Hasta que al final el crustáceo rey de entre todos ellos dio un respingo cuando la vaina pegó directamente contra su pequeño cuerpo, que aunque no fue lanzado por los aires como sus camaradas, sí sintió el dolor recorrer su diminuto cuerpecillo y se dio cuenta de que, por muchos cangrejos que fuesen, no serían capaces de enfrentarse a un ser de semejante tamaño.
Así pues, con un sentimiento de venganza con una mezcla de vergüenza, el cangrejo levantó la vista para después levantar sus pinzas, hacer unos cuantos ruidos y con eso, Kotetsu se vio de nuevo solo en la playa, ya que todos los crustáceos que allí habían se dispersaron y escondieron por entre las arenas.
Más aunque Kotetsu se viera solo, no se sentía como si de verdad lo estuviese.
Hasta que al final el crustáceo rey de entre todos ellos dio un respingo cuando la vaina pegó directamente contra su pequeño cuerpo, que aunque no fue lanzado por los aires como sus camaradas, sí sintió el dolor recorrer su diminuto cuerpecillo y se dio cuenta de que, por muchos cangrejos que fuesen, no serían capaces de enfrentarse a un ser de semejante tamaño.
Así pues, con un sentimiento de venganza con una mezcla de vergüenza, el cangrejo levantó la vista para después levantar sus pinzas, hacer unos cuantos ruidos y con eso, Kotetsu se vio de nuevo solo en la playa, ya que todos los crustáceos que allí habían se dispersaron y escondieron por entre las arenas.
Más aunque Kotetsu se viera solo, no se sentía como si de verdad lo estuviese.