6/07/2015, 23:09
La mujer parecía cansada, o perdida o en su mundo. Tardó en contestar y caminaba a un paso lento. Aunque rápidamente acelero el paso y se acerco a la caravana para continuar con la conversación. No se podía decir que la caravana iba muy rápido pero era lo suficiente como para que la hermosa mujer vaya a paso acelerado.
Tras las dudas de la chica, Karamaru le tendió el brazo para ayudarla a subir mientras seguían avanzando por el camino.
¿Como vas a molestar? Nadie se enterara que vienes con nosotros, de hecho me quedo atrás para controlar que nadie se suba así que.... No, a nadie le molesta.
«Y si les molesta tampoco me importa, esta mujer es un poco misteriosa. Es raro ver a alguien así por estos lares.»
Pocas veces había visto a mujeres físicamente lindas, o tan lindas mejor dicho, y siempre le intereso saber que hacían. Unas se encargaban de negocios, otras del campo y otras para varias tareas. Se podía decir que Karamaru se sentía atraído a entablar conversación con ellas. No sabía por qué ya que no era un pervertido o alguien que se pase mirándolas todo el día pero se sentía feliz al hablarles, como algo raro en su interior. Como haya algo dentro de sí que le diga "Hablale, Hablale" y Karamaru lo hacía, y su personalidad curiosa lo empujaba un poco más. Era como una personita que lo incitaba a acercarse a esas mujeres hermosas.
«Algún día voy a entender el motivo, no puede ser que me pase lo mismo que en el templo» pensaba Karamaru mientras tendía un poco más la mano para que la mujer de pelo celeste.
Tras las dudas de la chica, Karamaru le tendió el brazo para ayudarla a subir mientras seguían avanzando por el camino.
¿Como vas a molestar? Nadie se enterara que vienes con nosotros, de hecho me quedo atrás para controlar que nadie se suba así que.... No, a nadie le molesta.
«Y si les molesta tampoco me importa, esta mujer es un poco misteriosa. Es raro ver a alguien así por estos lares.»
Pocas veces había visto a mujeres físicamente lindas, o tan lindas mejor dicho, y siempre le intereso saber que hacían. Unas se encargaban de negocios, otras del campo y otras para varias tareas. Se podía decir que Karamaru se sentía atraído a entablar conversación con ellas. No sabía por qué ya que no era un pervertido o alguien que se pase mirándolas todo el día pero se sentía feliz al hablarles, como algo raro en su interior. Como haya algo dentro de sí que le diga "Hablale, Hablale" y Karamaru lo hacía, y su personalidad curiosa lo empujaba un poco más. Era como una personita que lo incitaba a acercarse a esas mujeres hermosas.
«Algún día voy a entender el motivo, no puede ser que me pase lo mismo que en el templo» pensaba Karamaru mientras tendía un poco más la mano para que la mujer de pelo celeste.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘