3/08/2017, 00:22
Haru habría preferido quedarse en silencio y en perfil bajo, pero quien tenía al lado lo había mandado a la primera línea en la primera frase.
- Sin embargo, creo que has tenido un efecto un poco más fuerte sobre mi "compañero"- soltó Kotetsu, refiriéndose claramente al pelirrojo.
<<Ahh, porque demonios tuvo que involucrarme a mi>> pensó algo molesto.
- Eh... yo...eh...N-no, claro que no- negó rápidamente haciendo gestos con las manos, claramente nervioso e intentando no ofender al recién llegado- No me incómodas, pe-perdón si hice parecer otra cosa- acotó desviando nuevamente la mirada.
Haru trató de ignorar el resto de la conversación, después de todo no quería formar ningún tipo de relación con las personas que frecuentaban esos lugares, el sólo estaba para hacer el trabajo e irse, no es como si fuera a hacerlo muchas más veces, sería la primera y última vez.
Cuando ya había tomado la decisión de no relacionarse con nadie de allí, vino la pregunta con la que confirmó dos cosas, una, era que el alto solía frecuentar este tipo de lugares, por lo tanto, no sería de fiar hasta que se lo ganára, y dos, que al parecer su personalidad no era tan aterradora como su apariencia, muchas veces le habían dicho que no debía de juzgar a las personas por su apariencia, pero es que la apariencia de este chico podía llegar a ser la excepción.
Las palabras de Kotetsu, para ser honestas, no revelaron nada de importancia, por lo que Haru no las tomo en cuenta para nada. Parecía que el Hakagure continuaría con su respuesta, pero en vez de eso, sólo se limitó a recibir su café.
- Eh... y-yo sólo estoy aquí por la carta, un conocido me lo encargo, así que...vine- respondió luego de dar el último sorbo a su bebida, no era un experto mintiendo, pero podía disimularlo bastante bien gracias a su normal tartamudeo, sin contar que había estado practicando la excusa durante todo el camino.
- Di-disculpe señorita- llamó el joven poniéndose de pie y entregando la pequeña taza vacía sobre el plato a la mujer- Mu-muchas gracias- agregó con una reverencia volviendo a tomar asiento donde estaba.
Iba a preguntar las razones de la presencia del escuálido, pero sería una completa estupidez.
<<No creo que nadie aquí haya venido a un día de campo, además para entrar aquí es indispensable tener la carta, por lo que todos están por la misma razón, además él mismo confirmó que suele venir a estos sitios>>Pensó observando ahora más detenidamente al Kusareño, le intrigaba lo que llevaba sobre su espalda, podía verse una pequeña parte de madera, pero no podía diferenciar que era, estuvo bastante tiempo debatiendose a si mismo si preguntar o no, hasta que por fin tomo valor y lo hizo.
- Eh, disculpa...que...¿que es lo que llevas ahí?- indagó señalando con su dedo el bulto embolsado que llevaba a cuestas.
- Sin embargo, creo que has tenido un efecto un poco más fuerte sobre mi "compañero"- soltó Kotetsu, refiriéndose claramente al pelirrojo.
<<Ahh, porque demonios tuvo que involucrarme a mi>> pensó algo molesto.
- Eh... yo...eh...N-no, claro que no- negó rápidamente haciendo gestos con las manos, claramente nervioso e intentando no ofender al recién llegado- No me incómodas, pe-perdón si hice parecer otra cosa- acotó desviando nuevamente la mirada.
Haru trató de ignorar el resto de la conversación, después de todo no quería formar ningún tipo de relación con las personas que frecuentaban esos lugares, el sólo estaba para hacer el trabajo e irse, no es como si fuera a hacerlo muchas más veces, sería la primera y última vez.
Cuando ya había tomado la decisión de no relacionarse con nadie de allí, vino la pregunta con la que confirmó dos cosas, una, era que el alto solía frecuentar este tipo de lugares, por lo tanto, no sería de fiar hasta que se lo ganára, y dos, que al parecer su personalidad no era tan aterradora como su apariencia, muchas veces le habían dicho que no debía de juzgar a las personas por su apariencia, pero es que la apariencia de este chico podía llegar a ser la excepción.
Las palabras de Kotetsu, para ser honestas, no revelaron nada de importancia, por lo que Haru no las tomo en cuenta para nada. Parecía que el Hakagure continuaría con su respuesta, pero en vez de eso, sólo se limitó a recibir su café.
- Eh... y-yo sólo estoy aquí por la carta, un conocido me lo encargo, así que...vine- respondió luego de dar el último sorbo a su bebida, no era un experto mintiendo, pero podía disimularlo bastante bien gracias a su normal tartamudeo, sin contar que había estado practicando la excusa durante todo el camino.
- Di-disculpe señorita- llamó el joven poniéndose de pie y entregando la pequeña taza vacía sobre el plato a la mujer- Mu-muchas gracias- agregó con una reverencia volviendo a tomar asiento donde estaba.
Iba a preguntar las razones de la presencia del escuálido, pero sería una completa estupidez.
<<No creo que nadie aquí haya venido a un día de campo, además para entrar aquí es indispensable tener la carta, por lo que todos están por la misma razón, además él mismo confirmó que suele venir a estos sitios>>Pensó observando ahora más detenidamente al Kusareño, le intrigaba lo que llevaba sobre su espalda, podía verse una pequeña parte de madera, pero no podía diferenciar que era, estuvo bastante tiempo debatiendose a si mismo si preguntar o no, hasta que por fin tomo valor y lo hizo.
- Eh, disculpa...que...¿que es lo que llevas ahí?- indagó señalando con su dedo el bulto embolsado que llevaba a cuestas.

- Hablo-
<<Pienso>>