3/08/2017, 17:17
La mujer quedó en silencio tras las palabras de Ashida, le miraba con cierta incredulidad en el rostro "Seguramente creía que iba a ser como esos matones de la puerta... aunque debería de haber aprendido que no todo es lo que parece trabajando en un sitio como este... yo lo aprendí rápido" y es que la vida del pelinegro no había sido nunca fácil, no le había quedado más remedio que aprender a moverse por esas madrigueras oscuras para ganarse la vida. Ser shinobi no estaba mal, pero no pensaba pasarse toda su jodida existencia cumpliendo órdenes de otros. Él era un artista, tenía que abrirse camino en el mundo del espectáculo... y no iba a escatimar en esfuerzos "El fin justifica los medios... siempre" se dijo así mismo cuando recordó por qué estaba allí
—No te preocupes, más que incomodidad, esa apariencia tuya me ha causado una fuerte impresión —el chico morenito de cabello blanco parecía más habituado a ese tipo de situaciones, era obvio que su aspecto le había intimidado en cierta forma pero aún así mantuvo la calma. En cierta forma le recordaba a él mismo, más joven y más sano claro —. Sin embargo, creo que has tenido un efecto un poco mas fuerte sobre mi “compañero” —
Ashida le dedicó una mirada al pelirojo - Eh... yo...eh...N-no, claro que no- al contrario que el otro, esté parecía apunto de salir corriendo del lugar para no volver jamás - No me incómodas, pe-perdón si hice parecer otra cosa-
"No me explico como ha llegado hasta aquí sin cagarse encima"
—No tienes que disculparte, estoy acostumbrado— le resto importancia con una sonrisa —Entre mi altura y mi aspecto... la verdad es que no puedo quejarme de que la gente reaccione así— bromeo el muchacho antes de volver la mirada a la camarera que regresaba con el pedido de ambos chicos
—No hay problema, este tipo de sorpresas y emociones son parte de mi trabajo —reconoció, mientras recogía la taza vacía del peliblanco—. Además, esa es la mejor parte: Una ve a tanto tipos de personas, todas diferentes y extrañas a su manera.
—Ya me imagino— asintió el músico mientras recogía el vaso de leche —Los lugares tan pintorescos suelen estar frecuentados por personas igual o más pintorescas— se llevó el vaso de leche hasta los labios para darle un pequeño trago para después volver a dejarlo sobre la barra
Les dedico una mirada a aquel curioso trió y se dio media vuelta, para seguir atendiendo las ordenes pendientes.
"Vaya... que pena" pensó mientras se alejaba la chica a atender a otros clientes "Bah, de todas formas no tenía tiempo"
Una vez la dependienta se hubo alejado, los chicos se quedaron a "solas" en aquella barra. Ashida aprovechó para curiosear un poco y las respuestas no pudieron sorprenderle más
—Honestamente, estoy aquí por una propuesta de trabajo que me parece prometedora. —Miro de reojo hacia la gente que estaba a sus espaldas: seres oscuros de todo tipo, muy variopintos, pero teniendo en común que todos estaban acostumbrados a moverse el submundo.
"Vaya... vaya..."
- Eh... y-yo sólo estoy aquí por la carta, un conocido me lo encargo, así que...vine-
"No me jodas..." no pudo evitar sorprender de que sus dos acompañantes estuviesen allí por lo mismo que él, aunque el caso del pelirrojo le sorprendía muchísimo más.... no era el tipo de persona para el tipo de trabajos que alguien que te citaba en ese local quería encargarte "La verdad es que el moreno tiene el beneficio de la duda... pero a este chico no lo veo"
Antes de que Ashida pudiese decidir por donde debía de seguir indagando, el pelirrojo le sorprendió con una pregunta
- Eh, disculpa...que...¿que es lo que llevas ahí?
Ashida mudo el rostro a una extrema seriedad, clavando sus pequeños y azul verdosos ojos en los del chico. Acerco su rostro casi hasta estar nariz con nariz y lo miró unos instantes con gravedad —Si te lo dijese... tendría que matarte, chico— acto seguido volvió a su posición anterior y volvió dar un sorbo a su vaso de leche aunque de la carcajada que siguió después le salió un poco de leche por la nariz —JAJAJA— no pudo evitar reír a todo volumen —Cof,cof— tosió al atragantarse con la leche —¡Lo siento! ¡Lo siento!— se disculpó —Pero no he podido resistirlo... tenías que haberte visto la cara— siguió riéndose el chico —ES mi shamisen, soy músico respondió la pregunta antes de volver a darle un sorbo a su vaso de leche entre risas
—No te preocupes, más que incomodidad, esa apariencia tuya me ha causado una fuerte impresión —el chico morenito de cabello blanco parecía más habituado a ese tipo de situaciones, era obvio que su aspecto le había intimidado en cierta forma pero aún así mantuvo la calma. En cierta forma le recordaba a él mismo, más joven y más sano claro —. Sin embargo, creo que has tenido un efecto un poco mas fuerte sobre mi “compañero” —
Ashida le dedicó una mirada al pelirojo - Eh... yo...eh...N-no, claro que no- al contrario que el otro, esté parecía apunto de salir corriendo del lugar para no volver jamás - No me incómodas, pe-perdón si hice parecer otra cosa-
"No me explico como ha llegado hasta aquí sin cagarse encima"
—No tienes que disculparte, estoy acostumbrado— le resto importancia con una sonrisa —Entre mi altura y mi aspecto... la verdad es que no puedo quejarme de que la gente reaccione así— bromeo el muchacho antes de volver la mirada a la camarera que regresaba con el pedido de ambos chicos
—No hay problema, este tipo de sorpresas y emociones son parte de mi trabajo —reconoció, mientras recogía la taza vacía del peliblanco—. Además, esa es la mejor parte: Una ve a tanto tipos de personas, todas diferentes y extrañas a su manera.
—Ya me imagino— asintió el músico mientras recogía el vaso de leche —Los lugares tan pintorescos suelen estar frecuentados por personas igual o más pintorescas— se llevó el vaso de leche hasta los labios para darle un pequeño trago para después volver a dejarlo sobre la barra
Les dedico una mirada a aquel curioso trió y se dio media vuelta, para seguir atendiendo las ordenes pendientes.
"Vaya... que pena" pensó mientras se alejaba la chica a atender a otros clientes "Bah, de todas formas no tenía tiempo"
Una vez la dependienta se hubo alejado, los chicos se quedaron a "solas" en aquella barra. Ashida aprovechó para curiosear un poco y las respuestas no pudieron sorprenderle más
—Honestamente, estoy aquí por una propuesta de trabajo que me parece prometedora. —Miro de reojo hacia la gente que estaba a sus espaldas: seres oscuros de todo tipo, muy variopintos, pero teniendo en común que todos estaban acostumbrados a moverse el submundo.
"Vaya... vaya..."
- Eh... y-yo sólo estoy aquí por la carta, un conocido me lo encargo, así que...vine-
"No me jodas..." no pudo evitar sorprender de que sus dos acompañantes estuviesen allí por lo mismo que él, aunque el caso del pelirrojo le sorprendía muchísimo más.... no era el tipo de persona para el tipo de trabajos que alguien que te citaba en ese local quería encargarte "La verdad es que el moreno tiene el beneficio de la duda... pero a este chico no lo veo"
Antes de que Ashida pudiese decidir por donde debía de seguir indagando, el pelirrojo le sorprendió con una pregunta
- Eh, disculpa...que...¿que es lo que llevas ahí?
Ashida mudo el rostro a una extrema seriedad, clavando sus pequeños y azul verdosos ojos en los del chico. Acerco su rostro casi hasta estar nariz con nariz y lo miró unos instantes con gravedad —Si te lo dijese... tendría que matarte, chico— acto seguido volvió a su posición anterior y volvió dar un sorbo a su vaso de leche aunque de la carcajada que siguió después le salió un poco de leche por la nariz —JAJAJA— no pudo evitar reír a todo volumen —Cof,cof— tosió al atragantarse con la leche —¡Lo siento! ¡Lo siento!— se disculpó —Pero no he podido resistirlo... tenías que haberte visto la cara— siguió riéndose el chico —ES mi shamisen, soy músico respondió la pregunta antes de volver a darle un sorbo a su vaso de leche entre risas