5/08/2017, 20:31
El par ninja se presentó: Daigo, el peliverde, y Koko la kunoichi. No dijeron nada más, por lo que me limité a guardar silencio y seguir el rumbo de la ruta al ritmo de los otros dos shinobis.
Tras recorrer unos cuantos metros al lugar indicado, la bestia no era nada más ni nada menos que un elegante león con pelaje blanco que yacía iracundo y demostraba su naturaleza salvaje al agredir a un señor que es encontraba al otro lado del camino, lo que más me llamó la atención y me preocupaba era la situación de la victima, tenía una herida en su torso y podría agravarse su estado de salud sí recibía más ataques como ese.El pobre hombre pedía auxilió despavorido mientras intentaba defenderse con los restos de una inutilizada silla, los objetivos estaban claros, rescatar al señor y minimizar al animal.
—Me encargo del hombre herido.— No obstante, Daigo salió corriendo como un torpedo con decisión para prestar su apoyo al herido. Como respuesta la pantera saltó encarando al shinobi y haciéndole frente que no daría su brazo a torcer tan fácilmente. Aproveché esta brecha que abrió el peliverde y realicé el sello del carnero con la siniestra, mi cuerpo parpadeo como sí de una ilusión se tratase y en un instante estaría del otro lado del peliblanco.
Técnicamente ahora teníamos rodeado al agresor, pero mi situación era diferente, porque mi idea era ayudar al hombre que sufría. —Tratemos de no llamar la atención y alejarnos lentamente.— Murmuré explicando el plan y con la intención de calmar al sujeto. —No se preocupe, pronto estará bien, no me encargaré de esa herida en unos minutos, pero mantenga la calma.— Repetí tratando de demostrar que la situación estaba bajo control.
Tras recorrer unos cuantos metros al lugar indicado, la bestia no era nada más ni nada menos que un elegante león con pelaje blanco que yacía iracundo y demostraba su naturaleza salvaje al agredir a un señor que es encontraba al otro lado del camino, lo que más me llamó la atención y me preocupaba era la situación de la victima, tenía una herida en su torso y podría agravarse su estado de salud sí recibía más ataques como ese.El pobre hombre pedía auxilió despavorido mientras intentaba defenderse con los restos de una inutilizada silla, los objetivos estaban claros, rescatar al señor y minimizar al animal.
—Me encargo del hombre herido.— No obstante, Daigo salió corriendo como un torpedo con decisión para prestar su apoyo al herido. Como respuesta la pantera saltó encarando al shinobi y haciéndole frente que no daría su brazo a torcer tan fácilmente. Aproveché esta brecha que abrió el peliverde y realicé el sello del carnero con la siniestra, mi cuerpo parpadeo como sí de una ilusión se tratase y en un instante estaría del otro lado del peliblanco.
Técnicamente ahora teníamos rodeado al agresor, pero mi situación era diferente, porque mi idea era ayudar al hombre que sufría. —Tratemos de no llamar la atención y alejarnos lentamente.— Murmuré explicando el plan y con la intención de calmar al sujeto. —No se preocupe, pronto estará bien, no me encargaré de esa herida en unos minutos, pero mantenga la calma.— Repetí tratando de demostrar que la situación estaba bajo control.