8/07/2015, 17:47
El tiempo se les echaba encima a la misma velocidad que el agua se acercaba hasta su posición, el peliblanco no terminaba de decidirse por que camino tomar y la verdad es que no era nada fácil, menos con tanta precipitación.
Tras ellos comenzó a manifestarse una impresionante pared de agua que amenazaba con engullirlos, pero en ese mismo instante el peliblanco actuó entregándole la espada que hacia de antorcha en aquel momento y empujando a la Uchiha hacia el interior de una galería. Todo fue muy rápido, el chico saltó, hubo una explosión y de repente se encontraban con el paso cortado por una pared de rocas que logró contener el agua.
El chico yacía en el suelo tratando de recomponerse, pues había pegado un fuerte golpe contra el suelo.
Tomoe iba a felicitarlo cuando la tierra volvió a temblar, esta vez era el techo que estaba sobre sus cabezas, parecía que iba a venirse encima.
La pelinegra agarró al chico por sus ropas, a la altura de la parte posterior bajo su cuello. Como si de una gata cogiendo a un gatito fuese, para ayudarle a ponerse en pie mientras se recuperaba. Una vez levantado la chica paso el brazo sobre sus hombros para cargar con el peliblanco hasta que este pudiese caminar por si mismo.
"Vamos, tenemos que salir de aquí" se repetía a si misma mientras avanzaba todo lo rápida que las circunstancias le permitían.
La caverna crujía y las piedras comenzaban a quebrarse, cayendo sobre los jóvenes... por suerte aún no eran demasiado peligrosas y quitando un golpe que se llevó Tomoe en la espalda, pudieron ponerse en marcha sin más complicaciones de las que ya arrastraban
Los dos chicos se lanzaron a recorrer las galerías con la esperanza de llegar a un lugar seguro
Tras ellos comenzó a manifestarse una impresionante pared de agua que amenazaba con engullirlos, pero en ese mismo instante el peliblanco actuó entregándole la espada que hacia de antorcha en aquel momento y empujando a la Uchiha hacia el interior de una galería. Todo fue muy rápido, el chico saltó, hubo una explosión y de repente se encontraban con el paso cortado por una pared de rocas que logró contener el agua.
El chico yacía en el suelo tratando de recomponerse, pues había pegado un fuerte golpe contra el suelo.
Tomoe iba a felicitarlo cuando la tierra volvió a temblar, esta vez era el techo que estaba sobre sus cabezas, parecía que iba a venirse encima.
La pelinegra agarró al chico por sus ropas, a la altura de la parte posterior bajo su cuello. Como si de una gata cogiendo a un gatito fuese, para ayudarle a ponerse en pie mientras se recuperaba. Una vez levantado la chica paso el brazo sobre sus hombros para cargar con el peliblanco hasta que este pudiese caminar por si mismo.
"Vamos, tenemos que salir de aquí" se repetía a si misma mientras avanzaba todo lo rápida que las circunstancias le permitían.
La caverna crujía y las piedras comenzaban a quebrarse, cayendo sobre los jóvenes... por suerte aún no eran demasiado peligrosas y quitando un golpe que se llevó Tomoe en la espalda, pudieron ponerse en marcha sin más complicaciones de las que ya arrastraban
Los dos chicos se lanzaron a recorrer las galerías con la esperanza de llegar a un lugar seguro