9/07/2015, 19:47
Aunque Ignorante de si la chica hacia todas aquellas cosas apropósito, Kazuma se dio cuenta que tratar de convencerla con palabras resultaría casi imposible. Más que todo por que para esa jovencita, las palabras parecían ser poco más que aire desperdiciado.
«Esto no va a terminar bien —pensó el jovencito—. Si Mizuki se entera de que estuvo en uno de estos lugares seguro me mata. Pero en vista de que esta chica no piensa ceder, tendré que buscar la forma de escurrírmele».
Mientras que él planeaba su escape, la pelirroja procedió a contarle como era que había llegado hasta aquel sitio. La historia fue notablemente más corta y simple de lo que el peliblanco esperaba, pues todo se resumía en el hecho de que estaba aburrida y que ahora le buscaba compañía al Ishimura.
«Vamos piensa como irte, la gente está empezando a mirarnos demasiado»
La muchacha estaba determinada a entrar en aquel establecimiento, sin embargo su avance se vería detenido por un agente de la ley que había sito atraído por todo el alboroto. El hecho de que estarían en problemas era bastante obvio, puesto que aunque fuera una ciudad bastante liberal, el que unos menores de edad entraran a un prostíbulo era escandalizante.
«Esta es mi oportunidad» —pensó él piel morena mientras el oficial se interponía entre la chica y el local.
El chico no podía escuchar bien, pero parecía estar pidiendo las identificaciones de ambos, aunque por cómo se manejaban las cosas por esos lares, posiblemente estuviera pidiendo un soborno. Sin embargo aquello no le importaba mucho, pues necesitaba aprovechar la distracción.
El joven tomo un alfiler que traía consigo, y procedió a pinchar con fuerza el pulgar de la mano que lo estaba llevando a rastras. En cuanto la chica aflojo un poco su agarre, el muchacho se soltó y salió corriendo a toda velocidad hacia un callejón cercano, donde pensaba que la kunoichi no le buscaría.
«Esto no va a terminar bien —pensó el jovencito—. Si Mizuki se entera de que estuvo en uno de estos lugares seguro me mata. Pero en vista de que esta chica no piensa ceder, tendré que buscar la forma de escurrírmele».
Mientras que él planeaba su escape, la pelirroja procedió a contarle como era que había llegado hasta aquel sitio. La historia fue notablemente más corta y simple de lo que el peliblanco esperaba, pues todo se resumía en el hecho de que estaba aburrida y que ahora le buscaba compañía al Ishimura.
«Vamos piensa como irte, la gente está empezando a mirarnos demasiado»
La muchacha estaba determinada a entrar en aquel establecimiento, sin embargo su avance se vería detenido por un agente de la ley que había sito atraído por todo el alboroto. El hecho de que estarían en problemas era bastante obvio, puesto que aunque fuera una ciudad bastante liberal, el que unos menores de edad entraran a un prostíbulo era escandalizante.
«Esta es mi oportunidad» —pensó él piel morena mientras el oficial se interponía entre la chica y el local.
El chico no podía escuchar bien, pero parecía estar pidiendo las identificaciones de ambos, aunque por cómo se manejaban las cosas por esos lares, posiblemente estuviera pidiendo un soborno. Sin embargo aquello no le importaba mucho, pues necesitaba aprovechar la distracción.
El joven tomo un alfiler que traía consigo, y procedió a pinchar con fuerza el pulgar de la mano que lo estaba llevando a rastras. En cuanto la chica aflojo un poco su agarre, el muchacho se soltó y salió corriendo a toda velocidad hacia un callejón cercano, donde pensaba que la kunoichi no le buscaría.