13/08/2017, 17:07
La joven muda buscó en su cinto un trozo de carboncillo, Mogura no estaba del todo seguro pero le había parecido que antes ambas partes eran una sola. No dijo nada al respecto de igual manera.
La kunoichi, habiéndole ofrecido el carboncillo, también le extendió su libretita. El joven médico pensaba usar el reverso de una de las notas, pero ante el ofrecimiento no pudo negarse.
Si había alguna duda en su mente al momento de iniciar su escritura, la sonrisa que la muchacha le regalaría la borraría completamente. Correspondería el gesto de la peliplateada con una ligera reverencia mientras se hacía con las herramientas de escritura.
Hay una tormenta un poco fuerte afuera, Kikazura-san...
Comentó mientras comenzaba a escribir, estaba seguro que podía llegar a conseguir un trazo como el de la muchacha si le ponía ganas y le dedicaba su tiempo, no tendría ni por asomo la fluidez al escribir que una persona que lo usaba como medio principal de comunicación.
Con un clima así es fácil que las palabras se las lleve el viento. Pero de esta forma no hay manera que se niegue lo dicho.
Se tomaría la libertad de quedar en silencio los siguientes segundos en los que terminaría de redactar su nota. La leería mentalmente una vez y entonces se la extendería a la fémina.
Encontraré una cura para su voz y haré que la gente pueda escucharte cantar.
Manase Mogura, el mejor médico de Amegakure
Esperaría entonces a que la chica leyera la nota para realizar una marcada reverencia.
No estoy seguro de cuanto tiempo puede pasar, pero esa nota no dice ninguna mentira.
Agregaría mientras hacía su formal gesto.
Hablo - Pienso