10/07/2015, 17:52
Tras una larga caminata, el peliblanco habló para dar un alto. Habían caminado por casi una hora y ambos estaban al borde la extenuación aunque seguramente ninguno de los dos lo reconocería, y mucho menos la pelinegra.
Los chicos se detuvieron una una especie de gran sala de piedra con forma de bóveda y cruzada por un acantilado, sobre el cual se deslizaba un estrecho y sinuoso puente de roca. El Ishimura inspeccionó el lugar, apreciando que el puente era bastante poco seguro y la caída era casi mejor no imaginarla. Aunque, no quedaba más remedio que cruzar sobre él si querían llegar al otro lado donde se encontraba la salida de aquella estancia natural
"Esto parece que no tiene fin" se lamentó la joven que apoyo su espalda en la pared para descansar un poco mientras su compañero se asentaba con la misma intención
—Sí— asintió la joven ante la proposición de su compañero —Tienes razón...— la joven se dejo caer suavemente hasta quedar sentada con la espalda apoyada en la roca, momento que aprovechó para revisar la herida con una rápida mirada sobre su hombro
"Ha vuelto a dejar de sangrar... pero se ve muy sucia..."
La chica apartó la mirada y la dejo divagar por la pared que tenía justo en frente.
"Esto parece no tener fin"
Estiró las piernas para que se relajasen al máximo pues tenía pinta de que aún les esperaba un largo camino lleno de peligros
—¿Crees que vamos por buen camino?— le lanzó la pregunta a su compañero para romper aquel silencio incómodo que solía adueñarse de los parones que hacían
Los chicos se detuvieron una una especie de gran sala de piedra con forma de bóveda y cruzada por un acantilado, sobre el cual se deslizaba un estrecho y sinuoso puente de roca. El Ishimura inspeccionó el lugar, apreciando que el puente era bastante poco seguro y la caída era casi mejor no imaginarla. Aunque, no quedaba más remedio que cruzar sobre él si querían llegar al otro lado donde se encontraba la salida de aquella estancia natural
"Esto parece que no tiene fin" se lamentó la joven que apoyo su espalda en la pared para descansar un poco mientras su compañero se asentaba con la misma intención
—Sí— asintió la joven ante la proposición de su compañero —Tienes razón...— la joven se dejo caer suavemente hasta quedar sentada con la espalda apoyada en la roca, momento que aprovechó para revisar la herida con una rápida mirada sobre su hombro
"Ha vuelto a dejar de sangrar... pero se ve muy sucia..."
La chica apartó la mirada y la dejo divagar por la pared que tenía justo en frente.
"Esto parece no tener fin"
Estiró las piernas para que se relajasen al máximo pues tenía pinta de que aún les esperaba un largo camino lleno de peligros
—¿Crees que vamos por buen camino?— le lanzó la pregunta a su compañero para romper aquel silencio incómodo que solía adueñarse de los parones que hacían