16/08/2017, 21:45
Kaede lo miró, apenada; las gotas de sudor no se privaban de caer libres por la sien del joven que parecía realmente cansado, así que, con suavidad, tomó la mano de Kotetsu con delicadeza y le brindó una de sus mejores sonrisas.
—Entonces ya está, has hecho un gran trabajo —afirmó con convicción —. Espero que las playas sigan así de limpias durante mucho tiempo, o tendremos que volver a llamarte.
Con delicadeza comenzó a tirar del joven genin mientras salteaba pequeñas dunas de arena que se habían formado en la playa, ya libre de suciedad, la cual se encontraba encerrada en la bolsa de Kotetsu.
—Ahora solo tienes que informar a mi abuelo, creo que tiene un pergamino para ti, supongo que lo necesitarás para finalizar tu misión... En el edificio de la Uzukage, si no me equivoco.
Paró su pequeño paseo, justo cuando la playa dejaba de ser playa y el chico estaba a pocos metros de la casa del anciano.
—Ha sido todo un placer, Kotetsu-san; espero que todo vaya bien a partir de ahora —dijo Kaede mientras inclinaba un poco su tronco, haciendo una pequeña reverencia —. Yo me quedaré un rato más revisando que todo esté en orden, ¡ha sido un placer!
Movió su mano a modo de despedida —esta vez por última vez— y desapareció playa abajo.
—Entonces ya está, has hecho un gran trabajo —afirmó con convicción —. Espero que las playas sigan así de limpias durante mucho tiempo, o tendremos que volver a llamarte.
Con delicadeza comenzó a tirar del joven genin mientras salteaba pequeñas dunas de arena que se habían formado en la playa, ya libre de suciedad, la cual se encontraba encerrada en la bolsa de Kotetsu.
—Ahora solo tienes que informar a mi abuelo, creo que tiene un pergamino para ti, supongo que lo necesitarás para finalizar tu misión... En el edificio de la Uzukage, si no me equivoco.
Paró su pequeño paseo, justo cuando la playa dejaba de ser playa y el chico estaba a pocos metros de la casa del anciano.
—Ha sido todo un placer, Kotetsu-san; espero que todo vaya bien a partir de ahora —dijo Kaede mientras inclinaba un poco su tronco, haciendo una pequeña reverencia —. Yo me quedaré un rato más revisando que todo esté en orden, ¡ha sido un placer!
Movió su mano a modo de despedida —esta vez por última vez— y desapareció playa abajo.