18/08/2017, 23:19
Aquel hombre se levantó de un salto al oir los golpes en la puerta, demostrando que aunque pudiese parecer que estaba sobando tan tranquilamente en su hamaca colgada de dos arboles en verdad, la realidad es que estaba atento. Esperando exactamente eso.
— Buenos días. Siento molestarle . Soy Eikyu Juro, genin de la aldea. Vengo encargado de una misión, relacionada con "El Rey del Dango". ¿Es usted su anterior empleado?
El sombrero de paja que le tapaba la cara se posaba ahora sobre su cabeza, era un joven, de su edad más o menos. Estaba algo más moreno que Juro, pero no mucho más. Tenía el pelo negro y corto, bien cortado y peinado como todo un rico. Sus ropas eran más caras que todo el equipamiento que llevase el Genin, sí, incluyendo la marioneta. La tela de la camiseta parecía brillar por cuenta propia igual que los pantalones, y los zapatos, qué zapatos, parecían más comodos y resistentes que todas las nubes y todo el acero que hubiera visto en su vida.
— Llevo años esperando a que ese viejo chiflado enviara a alguien a buscar la cosa esta. Joooooooder, cogelo y vete de aqui. Y sobretodo, lo más importante, deja de hablar como si tú tambien tuvieras un palo en el culo. Te ha faltado llamarme señor, aunque apuesto a que lo hubieras hecho.
Cogió el muñeco de nieve y se lo paso a Juro, estuviese este preparado o no. El muñeco de nieve era en realidad un disfraz de hombre dango que era más o menos de su estatura y de la del chaval. La bola inferior del dango estaba enterrada literalmente en la tierra, por eso parecía un muñeco de nieve, y ahora estaba llena de mugre, barro, hojas, algun que otro gusano...
— Tuve que enterrar la parte baja para que no se volase. Solo me puse a trabajar porque mi padre me dijo que no era capaz de hacerlo, al mes lo deje porque, bueno, yo no soy como tú, no necesito el dinero. Más bien el dinero me necesita a mi.
Oir las estupideces de los ricos eran extras al trabajo de los shinobi, Juro empezaba pronto a beneficiarse de dichos cargos adicionales.
— Buenos días. Siento molestarle . Soy Eikyu Juro, genin de la aldea. Vengo encargado de una misión, relacionada con "El Rey del Dango". ¿Es usted su anterior empleado?
El sombrero de paja que le tapaba la cara se posaba ahora sobre su cabeza, era un joven, de su edad más o menos. Estaba algo más moreno que Juro, pero no mucho más. Tenía el pelo negro y corto, bien cortado y peinado como todo un rico. Sus ropas eran más caras que todo el equipamiento que llevase el Genin, sí, incluyendo la marioneta. La tela de la camiseta parecía brillar por cuenta propia igual que los pantalones, y los zapatos, qué zapatos, parecían más comodos y resistentes que todas las nubes y todo el acero que hubiera visto en su vida.
— Llevo años esperando a que ese viejo chiflado enviara a alguien a buscar la cosa esta. Joooooooder, cogelo y vete de aqui. Y sobretodo, lo más importante, deja de hablar como si tú tambien tuvieras un palo en el culo. Te ha faltado llamarme señor, aunque apuesto a que lo hubieras hecho.
Cogió el muñeco de nieve y se lo paso a Juro, estuviese este preparado o no. El muñeco de nieve era en realidad un disfraz de hombre dango que era más o menos de su estatura y de la del chaval. La bola inferior del dango estaba enterrada literalmente en la tierra, por eso parecía un muñeco de nieve, y ahora estaba llena de mugre, barro, hojas, algun que otro gusano...
— Tuve que enterrar la parte baja para que no se volase. Solo me puse a trabajar porque mi padre me dijo que no era capaz de hacerlo, al mes lo deje porque, bueno, yo no soy como tú, no necesito el dinero. Más bien el dinero me necesita a mi.
Oir las estupideces de los ricos eran extras al trabajo de los shinobi, Juro empezaba pronto a beneficiarse de dichos cargos adicionales.